Para evitar perder votos K que pongan en riesgo la gobernación, mandatarios del PJ que buscan ser reelegidos acuerdan con el kirchnerismo. Sólo en Salta, Córdoba y San Luis “la unidad que incluya a la ex presidente” son muy difíciles.
En el kirchnerismo las expectativas se agrandan con los acuerdos que se vienen sellando en distintas provincias. Están seguros que de cara a octubre, la tendencia convierte a CFK como única candidata opositora; mientras en lo inmediato la misma tendencia provocará que los gobernadores vayan tomando distancia de Alternativa Federal, “el frente peronista no kirchnerista que impulsan Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Schiaretti con un objetivo excluyente: asegurarse el poder en sus territorios”.
Así lo asegura la periodista Lucrecia Bullrich quien hoy publicó en LA NACIÓN un artículo que muestra cómo el kirchnerismo impulsa acuerdos en las provincias a partir de la bajada de línea de la ex presidente en ese sentido a fines del año. Conviene empezar el conteo por las pocas provincias en donde los mismos parecen imposibles.
Salta es una de ellas y en ello mucho tiene que ver que el gobernador Urtubey haga de la exclusión de la ex presidente una bandera de lucha; algo parecido ocurre en Córdoba donde Juan Schiaretti buscará su reelección sin importarle la suerte de los K, aunque a diferencia del salteño, su provincia es profundamente anti K y en consecuencia el kirchnerismo carece de candidato fuerte. El panorama aparece irreconciliable también en San Luis, donde los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá protagonizan una pelea encarnizada: uno en nombre de Cristina el otro en contra de ella. Aunque con otros matices, tampoco parece posible un acercamiento en Tucumán. Allí, el gobernador Manzur y su antecesor Alperovich se declararon la guerra aunque ambos formaran frentes que incluya a Cristina Kirchner.
En resto de las provincias los acuerdos ya están sellados o es muy probable que se sellen, enfatiza LA NACIÓN. Ente las primeras se encuentra San Juan, La Rioja y Neuquén, que será la primera provincia en elegir gobernador, el 10 de marzo próximo. En Río Negro, que irá a las urnas el 7 de abril, todas las vertientes peronistas confluirán en un frente que impulsa la candidatura de Martín Soria, salvo el sector que responde a Miguel Pichetto que es minoritario en su provincia. Uno de los acercamientos más recientes se logró en Entre Ríos, donde el gobernador Gustavo Bordet y su antecesor y hasta hace poco acérrimo adversario, Sergio Urribarri, sellaron la paz y compartirán frente.
En Santa Fe fracasó un acuerdo entre el peronista Omar Perotti y la “K” María Eugenia Bielsa que competirán en las PASO previstas para el 28 de abril. Cerca de Cristina admiten que el escenario no es el ideal, pero destacan que la candidatura a gobernador se dirima en primarias. «Lo importante era que nadie vaya por afuera y eso se logró», evalúan. También en Mendoza las gestiones están avanzadas, aunque no habría internas.
“En el mapa también hay provincias en las que los acuerdos se complicaron. En Tierra del Fuego, el acercamiento entre la gobernadora Rosana Bertone y el intendente de Ushuaia, el kirchnerista Walter Vuoto, de fines del año pasado, pareció allanar el camino, pero el panorama cambió cuando el intendente de Río Grande, el también kirchnerista Gustavo Melella, anunció que quiere ir por la gobernación”, destaca el artículo que precisa que tampoco es clara la situación en Chaco. “Domingo Peppo aspira a la reelección, pero el ultrakirchnerista Jorge Capitanich no se queda atrás. Quiere volver a gobernar la provincia y exige ir a primarias”.