Es la idea del ministro Rogelio Frigerio que en Salta apadrina a un seguramente preocupado Gustavo Sáenz. La versión surgió anoche por un programa televisivo con el nombre de “macriperonismo” y hoy fue confirmada por medios gráficos.
Quienes están detrás de la idea de un acuerdo con los mandatarios peronistas y de partidos provinciales son Rogelio Frigerio y Horacio Rodríguez Larreta, según admitieron fuentes del macrismo al portal La Política Online. Ambos forman parte del «ala política» del oficialismo junto al presidente de los diputados nacionales, Emilio Monzó, quien siempre abogó por un acuerdo con el PJ.
La versión fue lanzada anoche por Carlos Pagni en su programa “Odisea Argentina” que se emite por Todo Noticias. Allí, el columnista del diario La Nación habló del “macriperonismo” y ensayó una definición del mismo a partir de la facilidad con que varios gobernadores aportan votos en el Congreso a Macri, siempre y cuando éste no los ajuste demasiado desde el punto de vista contable. Acuerdo económico al que seguiría otro político: la de un grupo de peronistas que no adhiriendo a Cambiemos puede hacer un acuerdo con Macri en detrimento de las expectativas de muchos radicales que tienen en algunas provincias probabilidades de ganar. En ello influyen dos hechos del PJ: no aparece un proyecto de poder nítido y competitivo alternativo al de Cristina; y un “grupo importante de peronistas prefiere la reelección de Mauricio Macri antes que la resurrección de Cristina porque saben que, si la ahora senadora nacional se fortalece, antes que ir en contra de Macri va a ir en contra de ellos por traidores”, enfatizó Pagni.
Éste último no dio nombres de quienes serían los dispuestos a un acuerdo así, cosa que sí hizo hoy el portal La Política Online al asegurar que la Casa Rosada desea transmitirle la propuesta a los gobernadores con los que mantiene buen diálogo: Juan Schiaretti (Córdoba), Hugo Passalacqua (Misiones), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Uñac (San Juan), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Juan Manuel Urtubey (Salta).
La estrategia de «no agresión» implicaría que los gobernadores adelanten las elecciones provinciales y el macrismo presente una oferta electoral en las provincias con candidatos sin grandes chances o bien que Nación no apoye con fuerza a su propia lista. La contraprestación sería que una vez reelectos en sus provincias los gobernadores se retiren de la discusión nacional y no apoyen a una lista de Cristina Kirchner o bien empujen una lista que no pase los diez puntos y termine complicando a la ex presidenta, como fue el año pasado la de Florencio Randazzo en la provincia de Buenos Aires.
El mismo medio aclara que se trata de una alternativa que no está consolidada, menos aún en el ala del macrismo liderado por Marcos Peña y Jaime Durán Barba que no quiere saber nada de un acuerdo de ese tipo. Se sabe que Macri suele escucharlos a ellos antes que al resto de los dirigentes del oficialismo.