Los desechos miles de personas arden desde hace más de un año y medio ante la inacción de autoridades de los tres municipios salteños que vierten ahí su basura. Hay alarma en los viñedos de la zona.
El vertedero Calchaquí, encargado de recolectar los residuos de más de 50 mil habitantes de las comunas de Cafayate, Animaná y San Carlos, se encuentra sumido en un grave incendio que lleva más de un año y medio activo. La situación, que ya era crítica por el colapso del predio, se ha agravado aún más debido a la cercanía con numerosos cultivos destinados a la elaboración de vinos.
Según el periodista Alejandro Tula, el vertedero se encuentra completamente desbordado. «Hace un tiempo está colapsado y sin la capacidad de seguir recibiendo basura, y ahora se sumó el incendio», declaró Tula, quien señaló que los intendentes de las tres comunas involucradas cobran una tasa por la recolección y disposición de residuos, cuestionando el destino de esos fondos.
La situación ha generado tensiones entre las autoridades y la comunidad. Tula mencionó que los jefes comunales han culpado a los vecinos por el estado de abandono del vertedero, alegando que no reciclan adecuadamente. Sin embargo, la falta de acciones concretas por parte de las autoridades es evidente.
Ante esta crisis, el diputado por Cafayate, Patricio Peñalba, habló con la prensa sobre las diversas problemáticas que enfrenta el vertedero Calchaquí y comentó que hubo charlas con REMSa, la empresa encargada de la gestión de recursos energéticos y mineros en la provincia, para sumar ayuda.
Peñalba planteó tres desafíos principales: el apagado del incendio que lleva dos años activo, la construcción de nuevas trincheras para disponer adecuadamente de la basura y la búsqueda de un nuevo lugar para el asentamiento de los residuos, dado el daño sufrido por el vertedero actual.
El legislados explicó a Nuevo Diario que en una reunión con el presidente del directorio de REMSa, Alberto Castillo, se discutió sobre estas problemáticas y el proyecto presentado el año pasado por Peñalba, en conjunto con el Ministerio de Producción, para la construcción de nuevas trincheras. Aunque el presupuesto para esta obra estaba contemplado para 2024, debido a congelamientos, se prevé que el proyecto se postergue para 2025.