El testimonio de la madre de la niña fallecida en las últimas horas revela la dramática situación que se vive en el norte de la provincia.
Juliana, madre de la niña de un año y ocho meses que falleció por desnutrición en Tartagal, brindó un durísimo testimonio que muestra la precariedad que sufren las comunidades en el norte de la provincia.
La joven dijo que al momento de fallecer, la niña pesaba 8 kilos, 100. «Me fui al hospital sola, la habían vacunado y decían que no tenía nada», dijo, y agregó que «la semana pasada ya venía mal».
En Multivisión Federal, la madre de la niña dijo que las comunidades necesitan médicos y enfermeros. Reveló que la salita está cerrada con llave, que no tienen señal de celular en la zona y que para comunicarse y pedir una ambulancia necesitan usar una radio que actualmente no funciona.
Además, la mujer dijo que los agentes sanitarios los visitan cada tres o cuatro meses.