Aseguran que no hay controles por parte de las autoridades correspondientes. Piden al gobierno provincial que tome cartas en el asunto.
Un referente de las comunidades originarias ubicadas a lo largo de la Ruta 86 en el norte de Salta, denunció la grave situación que enfrentan debido al narcotráfico y el consumo de drogas en la región. José Luis aprovechó una entrevista radial que le realizaban en un corte de ruta por un reclamo habitacional para visibilizar también esta problemática que afecta tanto a las comunidades aborígenes como a los pobladores criollos de la zona.
«Estamos muy castigados por el tema de la droga. Hay traficantes por las rutas, hay consumo en las comunidades, se lo ve en los chicos», declaró José Luis, evidenciando la preocupación por el impacto en la juventud local. Además aclarando que la problemática también golpea a los criollos de la zona, quienes también se han visto envueltos por la trama del narcotráfico. El negocio, aprovechando las necesidades de la gente, se presenta como una forma de fácil acceso al dinero.
El referente hizo hincapié en la falta de controles y seguridad en la región: «Necesitamos la seguridad, que no haya esta cosa porque nosotros necesitamos nuestros jóvenes para otra cosa». Además, expresó su frustración por la aparente inacción de las autoridades frente a este problema: «El juez hace de todo porque se nos quiere desalojar [del corte de ruta], pero ni siquiera van a controlar a quién vende esas drogas que nos mata a toda nuestra juventud».
José Luis también alertó sobre la penetración del narcotráfico en las instituciones educativas: «Hay un consumo dentro de las escuelas». Esta situación, según el referente, está afectando gravemente el desarrollo y las oportunidades de los jóvenes de la región.
Antes de finalizar, el referente comunitario hizo un llamado al gobierno provincial para que tome medidas urgentes: «El gobierno tendría que ver un poco y poner gente de controles». Finalmente, subrayó que la problemática del narcotráfico se suma a otras carencias que sufren las comunidades, como la falta de viviendas dignas, agravando aún más la situación de vulnerabilidad de la población en el norte salteño.