En su discurso ante el Concejo Deliberante, la intendenta relativizó internas con Sáenz y destacó la mirada federal del presidente Alberto Fernández. Enfatizó que el trabajo con ellos permitirá afrontar demandas crecientes con recursos decrecientes.
El largo discurso que comenzó pasadas las 10,45 y se extendió por casi una hora. Allí la intendenta destacó la situación de una ciudad que no puede abstraerse del contexto de crisis nacional y provincial y detalló a lo largo de su discurso los distintos pliegos de la crisis y cómo afecta la misma a la ciudad: “a la Municipalidad cada día se le exigen mayores responsabilidades y tareas, para lo cual se requieren mayores recursos, lo que en la actualidad no está́ sucediendo”, recordando que su gestión heredó un presupuesto que destina un 85% del gasto al pago de sueldos, al servicio de recolección de residuos y a otros gastos corrientes.
Tras ello, enfatizo que la década que comienza debe ser la “década de la acción” y que ella busca darle esa impronta a su gobierno y resaltó la importancia del trabajo conjunto con el gobierno nacional y el provincial. En ese tramo, no fueron pocos quienes agudizaron el oídio para escuchar cómo definía Romero la relación municipio – provincia que en estos meses estuvo atravesada por tensiones que la jefa comunal atribuyó “a fantasmas” que “algunos agitan”.
“Queremos dejar en claro que trabajamos y trabajaremos codo a codo con el gobierno de la Provincia para resolver los problemas de su ciudad más importante. Es muy positivo que por primera vez en la historia el gobernador haya sido Intendente antes, pues tener dirigiendo el rumbo de la provincia a alguien que conoce de primera mano las grandes deudas pendientes en materia de infraestructura y las necesidades de la ciudad, nos ayuda a comprendernos y encontrar más fácilmente puntos de encuentro”, destacó.
Más sorpresivas fueron las palabras para con el presidente de la nación, Alberto Fernández, sobre todo proviniendo de una dirigente que nunca tuvo complejos a la hora de reivindicar a Juntos por Cambio y de haberse mostrado -ya en el ejercicio de la intendencia- con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “También ratifico mi voluntad de colaborar y pediremos ayuda al Gobierno de la Nación. Celebramos su mirada federal, sus muestras de diálogo y de unión para hacer frente a los conflictos comunes a todos los argentinos hoy. Solo trabajando todos los gobiernos juntos podremos hacer frente al hambre, la pobreza y la desocupación que afecta a miles de familias”, resaltó la mandataria que en ese momento recibió la primera aclamación de los presentes.
Con semejante definición, no sorprendió que luego destacara que “vamos a tender puentes y visitar los despachos de los funcionarios nacionales y provinciales que haya que visitar para conseguir los fondos necesarios para comenzar a instrumentar el cambio. Así como tenemos reuniones previstas con diversos organismos internacionales, redes de representantes municipales y diplomáticos de todos los países del mundo para insertar a la ciudad de Salta en el mapa de ciudades atractivas para la inversión y el desarrollo”.
Previo a ello, Bettina Romero recordó que el trabajo conjunto es condición necesaria para resolver las necesidades de una ciudad que “viene funcionando con falencias desde hace por lo menos más de 20 años” en términos institucionales y organizativos. Encarar esos problemas, aseveró, “implica comprender, implica no echar culpas, ni hablar mal de nadie, pero si animarnos a hacer las cosas diferentes”.
Para ello invitó a sumarse a la tarea al otro actor político con el que hubo ciertas desavenencias: los concejales capitalinos. “No voy a hacer política con todo lo que falta. Simplemente hoy quiero invitarlos a todos los concejales a que aunemos esfuerzos, esbocemos las mejores soluciones a favor de los salteños, de todos los salteños, de los que viven en el norte, en el sur, en el este y en el oeste”, destacó.