Mañana se tratará en Diputados de la Nación el veto de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. Los libertarios salteños replican en la provincia el enunciado que baja de nación: acusar a las casas de altos estudios de mal utilizar los fondos asignados.
Hasta hace una semana el poroteo parecía altamente favorable a quienes apoyan la ley, pero el apoyo de Mauricio Macri al veto presidencial hizo que el recuento se revea y que desde la Casa Rosada comiencen a reforzad las presiones sobre gobernadores para conseguir el número que impida a la oposición insistir con la ley. El oficialismo también ha unifico el discurso a lo largo del país. En lo central aseguran no estar en contra de las universidades públicas sino del mal uso que realizan de los fondos asignados.
En ese sentido se expresó Carlos Zapata, diputado nacional por Salta de LLA que en las últimas semanas mantuvo varias reuniones en Casa Rosada para afilar la estrategia parlamentaria. “Estamos trabajando para conseguir el número y mantener el veto” declaró en un video que se publicó en sus redes sociales. Allí también negó que se esté desfinanciando la educación universitaria. “En lo que va del año, los gastos de financiamiento de las universidades han tenido un ajuste del 270%, ante los reclamos de los hospitales el gobierno nacional les otorgó 49 mil millones de pesos y en materia de salarios los aumentos otorgados más lo ofrecido alcanza lo máximo que está pagando la administración nacional. Dentro de la crisis, la educación universitaria no está descuidada”, sentenció.
Finalmente, el libertario impugnó la reticencia de las universidades a ser auditadas. “La Universidad Nacional de Salta, de la cuál soy egresado, nos convocó el año pasado para analizar el presupuesto y solicitarnos a los legisladores que defendamos a la UNSa. Para poder hacerlo uno necesita información. En ese momento, solicite una serie de indicadores acerca del buen uso del dinero: tasa de egresados, a dónde van a parar los mismos, trascendencia en el medio, apalancamiento que hay a nivel cultural, labores de extensión universitaria. Hasta el día de hoy no recibí nada. Hace poco recibí una carta del señor Vicerrector y le insistí con este tema. Me dijo que me la iba a suministrar a la brevedad, pero no fue así. Las universidades no quieren ser controladas. No quieren dar datos acerca del desempeño y los resultados y la eficiencia del dinero que se les asigna”, concluyó.