jueves 6 de junio de 2024
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Mientras muchos especulan y otros criminalizan al portador del coronavirus, algunos fabrican barbijos para donarlos

“Al coronavirus le ganamos entre todos” repiten empresarios que especulan, políticos que se lavan las manos y personas que ahora criminalizan al enfermo. La solidaridad, sin embargo, reside en los trabajadores de la Economía Popular.

En medio del obvio temor que genera la propagación de la pandemia que ya sobrevuela a nuestro país y a nuestra provincia, se propagan también conductas que contradicen del todo a los eslóganes que hablan de cómo debemos mancomunar esfuerzos y tejer nuevos lazos de solidaridad para salir de esta terrible crisis.

Los ejemplos sobran: empresarios inescrupulosos aprovecharon la demanda para aumentar los precios y retacear insumos como los barbijos y el alcohol en gel con fines especulativos: emergen funcionarios que cierran todo con tino, pero sin decir cómo vivirán los miles de trabajadores en negros que fueron expulsados del mercado laboral por años de economía mal manejada por esos mismos políticos; mientras no pocos ciudadanos prefieren acaparar lo que puedan en detrimento del vecino o pedir el linchamiento público de quien está enfermo sin siquiera saber las circunstancias en las que se contagió.

Afortunadamente, existen los otros ejemplos. En este caso lo extraemos de lo que ocurre en la provincia de Corrientes: una fábrica textil de la economía popular llamada “Ibira Pita” y que está nucleada en el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE-UTEP). A ella le dedicó una larga nota el portal canalabierto.com.ar que posó la mirada en los 300 cooperativistas del emprendimiento (230 son mujeres) que se pusieron manos a la obra para fabricar barbijos. No sólo eso: decidieron donar parte de la producción a distintos centros de salud de la provincia, como el capitalino Hospital de Niños “Juan Pablo II”.

Foto: canalabierto.com.ar

“Subió mucho la cantidad de pedidos: empezamos con 200 y ahora estamos haciendo 500 por día”, cuenta Mariela Molina, referente correntina del sector textil del MTE. “En un principio éramos 50 trabajadores y trabajadoras, pero se fueron sumando de otras organizaciones y ahora somos más de 300”.

Al igual que la mayoría de los argentinos, Mariela explica cómo afectaron las medidas de prevención adoptadas por el gobierno: “hasta hace poco estábamos trabajando en nuestro polo textil, pero en estos días –como todo el mundo- tuvimos que cambiar algunos hábitos y muchas están trabajando en sus casas”. “Al coronavirus le ganamos entre todos, y este es nuestro aporte”, afirma.

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