El electo diputado nacional destacó el rol de Silvia Varg, Claudio Del Plá, Héctor Chibán, Ramón Villa y Santiago Godoy. De estos últimos dijo «en aquel momento tenía dos adversarios y hoy despido a dos amigos».
Anoche fue una sesión de despedidas en la Legislatura salteña. Un total de 23 diputados provinciales dejaron sus bancas y entre ellos figuraban algunos históricos. A ellos homenajeó ayer Carlos Zapata, quien también dejará la legislatura salteña para partir al Congreso Nacional para ocupar la banca que ganó en las elecciones del pasado 14 de noviembre.
Sobre los históricos, Zapata impugnó el uso “peyorativo” que algunos hacen del mismo y recordó que los legisladores “fueron reelectos por la voluntad del pueblo. La vigencia de la democracia se plasma en las elecciones de medio término. Estos diputados – con algunos coincido y con otros no – han sido elegidos por el pueblo”, destacó Carlos Zapata.
A continuación, le dedicó palabras a cinco legisladores con los que Zapata siempre tuvo discrepancias ideológicas o metodológicas. A la primera que mencionó fue a Silvia Varg “con la cual me une una relación de bastante tiempo. Valoro mucho la actitud de Silvia, una militante que siempre estuvo dispuesta a sostener sus ideas y a debatirlas. En muchas no coincidimos, pero sí debo decir que es una persona ejemplar en su comportamiento legislativo”, destacó.
También hizo un reconocimiento al radical Héctor Chiban al que venció en las elecciones internas del 12 de septiembre. “Una persona que admiro mucho por sus convicciones, por su militancia inquebrantable, siempre en la línea del partido radical y siempre enérgico y determinado al momento de exponer sus convicciones”, resaltó.
También tuvo palabras elogiosas para el legislador trotskista que cumplía su mandato: “¿Qué decir de Claudio del Plá? Estamos en las antípodas ideológicas, pero es una persona que merece mi respeto porque fue elegido y fue coherente con su electorado. Siempre tuvo una voz que nos llamaba la atención sobre los problemas sociales y algunos problemas derivados de un sistema económico que puede resultar injusto, pero que también se ve agravada esa injusticia por la falta de convicción de los gobernantes”, opinó.
Zapata dijo haber dejado para el postre el reconocimiento a dos personas “que cuando asumí como diputado eran adversarios y había grandes discusiones. Con el tiempo he aprendido a relacionarme y a respetarlos. Me refiero al diputado Ramón Villa y al diputado Santiago Godoy. En aquel momento tenía dos adversarios y hoy despido a dos amigos. Y especialmente lo voy a extrañar a Godoy porque mucho más me gustaba el reglamento de Godoy que el que está escrito. Aprendí muchos de ellos, los voy a recordar siempre y me mantendré cerca”, finalizó.