El diputado enumeró una serie de hechos que argumentan su idea de que en la provincia no hay instituciones sólidas.
El diputado provincial Carlos Zapata consideró que en Salta «la institucionalidad es aparente». Lo dijo mientras enumeraba distintos hechos a favor de esa postura.
«La institucionalidad es aparente cuando la Auditoría General de la Provincia emite un informe en el que recomienda la aprobación de la cuenta de un ejercicio, cuando no se analizó la documentación respaldatoria de ese informe», dijo, y agregó: «La institucionalidad es aparente, en materia de control, cuando el Tribunal de Cuentas de la Municipalidad no hace nada para recuperar dinero mal habido de un funcionario».
Luego siguió en el mismo tono: «La institucionalidad es aparente cuando sistemáticamente se niega la posibilidad de debatir distintos temas, como pueden ser la derogación de la Ley 8191 (Régimen Excepcional Sancionatorio) o la intervención de Aguaray. Resulta aparente la institucionalidad, en materia del funcionamiento del Ministerio Público Fiscal, por lo menos cuando estuvo a cargo el señor López Viñals, cuando las denuncias por hechos de corrupción o delitos cometidos en la administración pública no fueron investigadas, de manera tal que ninguno de los amigos del poder podía estar siquiera al alcance de la Justicia».
Agregó que «la institucionalidad es aparente cuando se descalifica a la oposición porque es disidente con las ideas o con los actos que plantea el Gobierno».
«La institucionalidad es aparente, cuando se utilizan fondos públicos para interferir en la actividad democrática interna de los partidos políticos, para plantarles listas divergentes, que nada tienen que ver con el pensamiento de los afiliados», finalizó.