Las divergencias en el acuerdo con el gobierno provincial y la poca claridad sobre el número de trabajadores que serán regularizados, llevaron a tomar esta decisión.
La situación de miles de trabajadores y trabajadoras de la salud pública salteña está al borde de la ruina. Si bien hubo un principio de acuerdo con el gobierno de la provincia, por lo que levantaron el acampe frente a Grand Bourg, ahora los reclamos llegan desde Tartagal y Orán. En el primer caso son enfermeros/as del Hospital Juan Domingo Perón; y en el segundo trabajadores/as del Centro Tinku, en el que se tratan a personas con problemas de adicciones.
Pero volviendo al primer punto, al pacto firmado hace una semana; aún no se establecieron “los listados de los trabajadores que podrían ser regularizados, como se comprometió desde un principio”, señala Nuevo Diario. Según se informó, habría unos 1800 trabajadores que necesitan ser regularizados en toda la provincia, según ATE; pero el gobierno apunta a la regularización de unos 1000.
Víctor Chuquisaca, delegado del sector de la Salud de ATE, comentó que “hasta ahora se habló de la regularización de los trabajadores que se desempeñan en el Hospital Materno Infantil y cuya regularización no implicaba ningún costo extra para el Gobierno provincial”. Todavía no se sabe nada de lo que pasará con trabajadores de los otros nosocomios en Capital, mucho menos se tienen certidumbres respecto al futuro de quienes trabajan en centros de salud del interior provincial.
Este escenario de crisis sanitaria e incertidumbre laboral llevó a los trabajadores a optar por retomar la protesta. Lo harán a partir del día lunes con quite de colaboración en el horario matutino. De 8 a 10 de la mañana. En tanto que el día martes mantendrán una reunión con el secretario de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud, Mario Salim. Luego se decidirá la suerte del sector.