La diputada destacó el trabajo del movimiento de mujeres a través de la democracia.
Verónica Caliva finalizó su discurso en la Cámara de Diputados enviando un mensaje a dos de sus hijas, que hoy viven un momento muy difícil tras el grave accidente que sufrió su padre, el dirigente de la Corriente Clasista y Combativa, Oscar Monzón. La legisladora destacó a esas «dos jóvenes mujeres» a las que calificó como «el orgullo» de su vida. «lo están cuidando a su padre. Les mando fuerza, les digo que va a ser ley, y que ellas y su hermanita, y todas las hijas de todos nosotros van a estar amparadas por esta ley», aseguró bajo una lluvia de aplausos.
Antes, la diputada del Frente de Todos había aclarado que una de sus más profundas convicciones «siempre fue que esta problemática es un tema que se debe resolver desde la salud pública». Y agregó: «En el año 2005, con unas compañeras, empezamos a trabajar desde una organización comunitaria que se llama Entre Mujeres, a dar talleres de salud sexual y procreación responsable en los barrios, en las comunidades originarias, y nos pudimos apoyar en una herramienta fundamental de la cual es un gran hacedor nuestro ministro de Salud, que es el Programa Nacional de Salud sexual y Procreación responsable. Desde el año 2002 tenemos esa herramienta, que va a ser el sostén ahora, cuando ampliemos derechos. Cuando podamos decir que sea ley la interrupción voluntaria del embarazo, y que a las mujeres pobres, esas que habitan en las villas, en los barrios, en las comunidades originarias, no se les vaya la vida cuando no pueden acceder a una interrupción segura».
Caliva dijo que la ley será «para el movimiento de mujeres que desde la recuperación de la democracia» luchan por el derecho «a poder decidir sobre nuestros propios cuerpos». «Pero también para poder tener servicios de salud sexual y de procreación responsable de la más alta calidad. Que Argentina pueda tener servicios acordes para que en cada provincia todas las mujeres, todas las niñas, podamos acceder a un derecho fundamental. Y que todas podamos decidir cuándo queremos tener hijos, cómo, con quién. Si no queremos tener hijos. Y que tengamos todas las herramientas y el acceso a los avances de la tecnología, de la medicina, para poder ejercer nuestros derechos y nuestra autonomía», expresó.
«En Salta abrazamos la triple consigna de educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir», siguió la salteña, que además nombró a varias de sus «maestras, compañeras, amigas, colegas» quienes trabajaron y trabajan para «desarrollar un gran movimiento de mujeres y de diversos feminismos hoy en Salta».
«Están todas en la plaza de la Legislatura y las abrazo y las saludo. Quiero nombrar por supuesto a María Julia Palacios, a Violeta Carrique, a Mónica Menini, que anda cabildeando y es fundamental para la campaña, Marta César, Irene Cari, Alicia Ramos, compañeras fundamentales. Y a nivel político, ideológico, juré por ella, Clelia Íscaro, con ella me formé. María Conti, que ya no está entre nosotras», siguió, y dijo que tanto el proyecto de aborto legal como el de los mil días «vienen a hacer justicia para las más vulneradas por la pobreza, por la inequidad».
«Quiero decir que las mujeres tenemos muchas barreras y las fuimos sorteando a través de la historia. Pero una barrera fundamental es no poder acceder al trabajo, no poder tener autonomía económica, financiera, no poder decidir sobre nuestras propias vidas. Y cuando a veces vamos a los servicios de salud no tenemos un médico, un ginecólogo. No tenemos los anticonceptivos, según cómo venga la política del gobierno que administra. A veces en mi provincia llegó a pasar que escondían los preservativos y no los distribuían. Y la verdad es que esto se tiene que terminar y ojalá que estas dos leyes vengan a fortalecer también nuestros servicios de salud y la Educación Sexual Integral», aseguró.
