El salario no logra cubrir la canasta básica y retrocede a niveles de los años 90. La caída afecta directamente el poder de compra de los trabajadores.
Un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) reveló un retroceso dramático del salario mínimo, vital y móvil (SMVM), que en octubre mostró una pérdida de 28,4% de su poder adquisitivo respecto a noviembre de 2023. La comparación histórica es aún más desalentadora: el poder de compra es 39,9% menor que en 2019 y 54% inferior al de noviembre de 2015.
El estudio señala que la situación actual es incluso más crítica que durante la crisis de 2001. El salario mínimo actual solo alcanza para cubrir el 54,3% de la canasta básica de alimentos, lo que define la línea de indigencia para una familia tipo, representando poco más de una cuarta parte de la canasta de pobreza.
Los datos revelados por CIFRA son contundentes: de no haber ocurrido la pérdida de poder adquisitivo desde fines de 2015, el salario mínimo en octubre hubiera superado los $590.000 y representado más del 143% de la canasta básica alimentaria.
La tendencia se extiende también a los salarios formales. Según datos del INDEC, a septiembre de 2024, el poder adquisitivo de los salarios promedio continuaba siendo 1,5% inferior al valor de noviembre del año anterior. En el sector privado, la situación es aún más compleja, con caídas consecutivas en agosto (-2,5%) y septiembre, acumulando una pérdida de poder adquisitivo cercana al 20% respecto al máximo histórico registrado en mayo de 2013.