El escritor, que padecía Esclerosis Lateral Amiotrófica, utilizó un método alternativo para su trabajo póstumo.
En septiembre apareció “Los casos del comisario Croce” (Anagrama), el libro de relatos policiales que Ricardo Piglia finalizó en marzo de 2016, cuando padecía Esclerosis Lateral Amiotrófica, ELA, la enfermedad diagnosticada en 2013 que lo venció en enero del año pasado.
“Compuse este libro usando el Tobii, un hardware que permite escribir con la mirada. En realidad parece una máquina telépata”, cuenta Piglia en la nota que cierra el libro. “El interesado lector podrá comprobar si mi estilo ha sufrido modificaciones”, agrega.
Modificado o no el estilo, “Los casos del comisario Croce” resulta, además de un trabajo emocionante sólo por su concepción, un libro que apasiona, con pequeñas historias de policial rural o de pueblo chico. El protagonista es el comisario que había aparecido por primera vez en la novela “Blanco nocturno”.
“Seguí (o traté de ser fiel a) la tradición realista del género policial. En este sentido, la ayoría de los relatos se basan en hechos reales”, agrega el autor en la misma nota. El libro presenta doce relatos dominados por el método Croce, basado en “buscarle la quinta pata al gato”.
“Me gusta el hombre -decía Piglia, en referencia a su personaje-, por su pasado y por el modo imaginativo con que afronta los problemas que se le presentan. Anda metido siempre en misterios y asuntos ajenos. Estos comisarios del género son siempre un poco ingenuos y fantasmales, porque, como decía con razón Borges, en la vida los delitos se resuelven -o se ocultan- usando la tortura y la delación, mientras que la literatura policial aspira -sin éxito- a un mundo donde la justicia se acerque a la verdad”.