El autor de «Kelloticar» lanzó una nueva historia policial dentro de un entorno conflictivo y hostil de la Salta marginada.
A fines de 2024, Carlos Müller, reconocido autor salteño, publicó la novela Siwok wet: La casa del pájaro carpintero. En una entrevista brindada en ese momento en el programa Cuarto Oscuro de FM La Plaza 94.9, el escritor adelantó detalles sobre esta obra, que retoma las historias del Sargento Guanuco, un suboficial de origen colla que, mediante sus saberes ancestrales, resuelve casos en los márgenes de un sistema policial precario.
“La idea es darle una vuelta de tuerca al género policial y mostrarlo desde una perspectiva local, lo que llamo un ‘policial andino’”, explicó Müller. En esta nueva entrega, Guanuco es trasladado al Chaco salteño, donde debe enfrentarse a un entorno aún más hostil, marcado por conflictos étnicos y una institucionalidad casi en ruinas. Según el autor, el personaje se convierte en una herramienta para explorar problemáticas sociales como la violencia institucional y las asimetrías del sistema.
El género policial, poco frecuente en la literatura salteña, ofrece, según Müller, una oportunidad para denunciar las fallas estructurales de las instituciones. “El policial negro no busca restaurar una armonía como el policial clásico. Al contrario, muestra el caos y la corrupción dentro del sistema”, sostuvo el autor. En ese sentido, destacó que su obra no solo se centra en el crimen como hecho aislado, sino que lo contextualiza en una realidad compleja, atravesada por desigualdades y conflictos estructurales.
En cuanto al estilo narrativo, Müller comentó que buscó imprimirle a la novela un ritmo ágil, pensado casi como un guion cinematográfico. “La idea es que el lector no pueda soltarla, que la disfrute de principio a fin”, afirmó. Esta dinámica, sumada a un entorno cambiante como el Chaco salteño, promete mantener al lector atrapado en una trama vertiginosa y profundamente reflexiva.
En un comentario jocoso, el autor también expresó su deseo de que la obra sea leída por policías, ya que considera que podría servir como una herramienta de reflexión sobre la institución. “Si estuviese al frente de una escuela de policía, lo pondría como lectura obligatoria”, señaló.