El escritor salteño Daniel Medina criticó duramente la censura literaria promovida por el gobierno de Javier Milei en Buenos Aires y Mendoza. Afirmó que la prohibición de libros en las escuelas es un “retroceso de siglos” y resaltó la importancia de leer en libertad y sin censura.
En una entrevista en el programa Cuarto Oscuro (FM La Plaza 94.9), Medina manifestó su preocupación por la reciente ofensiva en Buenos Aires y Mendoza, impulsada por organizaciones conservadoras afines a La Libertad Avanza, que buscan prohibir libros con contenido de educación sexual y obras literarias de autores contemporáneos. “Me asusta, me asusta mucho porque es un retroceso bestial, estamos hablando de volver atrás siglos y siglos”, señaló Medina. Según explicó, esta avanzada se apoya en “una moralidad que se escandaliza con ciertas palabras en la literatura juvenil, como si existieran las malas palabras”.
Medina también criticó la actuación de la Fundación Natalio Morelli, vinculada al partido libertario, que ha impulsado demandas judiciales en Buenos Aires para detener la distribución de libros como Cometierra de Dolores Reyes y Las aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara, entre otros. “Se ofenden porque un chico de catorce, quince años puede leer la palabra ‘pija’, pero al mismo tiempo el partido está buscando bajar la edad de imputabilidad a los trece años, es una locura absoluta”, reflexionó.
Aunque en Salta no se ha observado una ofensiva similar, Medina relató un caso acontecido en el pasado reciente, en el que algunos padres pidieron la remoción de un cuento suyo, aunque la escuela respaldó a la docente que lo seleccionó. Además, expresó su temor de que este movimiento pueda afectar la industria editorial: “Es un problema también para las editoriales; si esto prospera, se va a restringir aún más en un contexto económico brutal para la cultura en general”.
El autor sostuvo que el único camino para enfrentar estas restricciones es “establecer lazos de resistencia, leyendo y escribiendo con total libertad” y aseguró que, como en el pasado, la literatura prevalecerá: “Los dictadores pasan, pero la literatura queda, a la larga. Eso siempre va a ser así”.