Héctor Pereyra, alias “Nepo”, fue condenado a 6 años y 6 meses de prisión. Tenía una casa en un paraje de Rivadavia y se había separado de otra banda para armar la propia, a la que sumó a su primo y su sobrino que también fueron condenados.
Héctor Pereyra fue juzgado por comandar un transporte de 181 kilos de cocaína que fue descubierto el 12 de septiembre del año pasado en la ruta 53, entre Embarcación y Hickman en el departamento San Martín. La droga fue hallada en un doble fondo de una camioneta Mitsubishi que había sido abandonada tras volcar en la ruta. El vehículo era conducido por Nicolás Echazú – sobrino de Pereyra y también fue condenado – quien junto a otra persona se dirigían a Pichanal para luego llegar a la capital salteña.
Pereyra obtenía la droga de Bolivia y su trabajo consistía en trasladarla a Buenos Aires. Para ello usaba distintos vehículos que incluían el de transporte, pero también otros que hacían de “coche puntero” para identificar controles. “La investigación se inició el primero de febrero de 2023 a partir de un informe de Gendarmería Nacional sobre la participación de Pereyra en el tráfico de drogas, y precisamente ya se había establecido que la Mitsubishi era usada en estos transportes” destaca un reporte publicado hoy por la sección local del diario Página 12.
“Al parecer, Pereyra se había separado de otra banda que operaba en la región del litoral y armó su propia organización delictiva, a la que sumó a su primo, su sobrino y otras dos personas” agrega el mismo medio. «Nepo» tenía dos domicilios. Uno es un rancho ubicado en el puesto El Dichoso, a 28 kilómetros de Alto La Sierra, en jurisdicción del municipio de Santa Victoria Este. Allí vivía con su familia, criaba ganado vacuno y pese a la mala señal se las ingeniaba para obtenerla. Es más, la fiscalía describió que Pereyra había implementado el uso obligatorio de las aplicaciones Wickr Me y Surepot para enviar mensajes vinculados al tráfico de la droga ya que esas plataformas borran los mensajes una vez leídos.
Es más, muchas de las pruebas que acreditaron la participación de Nepo en los delitos provinieron de intervenciones telefónicas a sus dispositivos. La auxiliar fiscal destacó que «Nepo» Pereyra por un lado buscaba desvincularse del hecho; y por otro recuperar la droga que había quedado en la camioneta volcada. Para lo último, Pereyra hizo varios llamados a puesteros de la zona con quienes negoció refugio para Echazú y ayuda para rescatar la camioneta.
“Pudimos reconstruir cuatro viajes, en los cuales Pereyra tuvo un rol clave, pues viajaba como puntero, con la tarea de alertar a sus otros secuaces sobre la presencia de controles”, sostuvo la fiscal, quien también resaltó el hecho de que “más allá de su apariencia rudimentaria, en realidad, tenía un manejo claro de la tecnología, suficiente como para instrumentar el uso de aplicaciones sofisticadas en el uso de celulares”.