La contracción del 17,2% en ventas marca un hito negativo en la gestión de Milei. Los precios, aunque desacelerados, no logran estimular la demanda.
El consumo en supermercados y autoservicios de Argentina experimentó una caída sin precedentes durante el mes de agosto, registrando una disminución del 17,2% en volumen respecto al mismo período del año anterior. Este descenso, el más pronunciado en los últimos años, refleja una profunda contracción en el poder adquisitivo de los consumidores bajo la administración del presidente Javier Milei.
Según datos proporcionados por la consultora Scentia, el declive se manifestó de manera generalizada, afectando tanto a supermercados, con una baja del 17,9%, como a autoservicios, que retrocedieron un 16,5%. La magnitud de esta caída es particularmente alarmante al considerar que, en agosto de 2023, los supermercados habían registrado un crecimiento del 14,1%, mientras que los autoservicios solo habían sufrido una leve contracción del 3,2%.
El análisis sectorial revela que la disminución en el consumo fue más acentuada en el interior del país, donde los supermercados de cadena experimentaron una caída del 19,2%, en comparación con el 16,5% observado en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Las categorías más afectadas fueron Bebidas, tanto alcohólicas como no alcohólicas, con retrocesos superiores al 24%, seguidas por Higiene y Cosmética (-20,1%) y Limpieza del Hogar (-15,9%).
A pesar de que el precio promedio ponderado se ha ajustado, ubicándose por debajo del 200%, siguiendo la tendencia de desaceleración inflacionaria, esto no ha sido suficiente para reactivar el consumo. El rubro Alimentación, aunque menos impactado, también sufrió una caída significativa del 12,4% en comparación con agosto del año anterior, subrayando la gravedad de la situación económica que enfrenta el país y el desafío que representa para la actual administración estimular la recuperación del consumo interno.