Una niña fue puesta al cuidado de su madre hasta tanto el padre retorne a la ciudad, momento en el que se fijará nueva audiencia para evaluar la posibilidad de comunicación.
La decisión fue adoptada luego que la actual pareja del hombre no cumpliera con lo acordado y homologado en el marco de un proceso de restitución.
Según dicho acuerdo, la madre podría retirar de lunes a viernes a la niña del domicilio paterno. El primer contacto de acuerdo a los términos establecidos se cumplió el pasado miércoles en presencia de una psicóloga del Poder Judicial. En dicha ocasión el padre se encontraba presente.
El informe respectivo fue presentado a la jueza al día siguiente.
Sin embargo, el jueves cuando debía concretarse la segunda visita en los términos y horarios fijados, la misma no pudo cumplirse.
Es así que el viernes los letrados representantes de la madre presentaron un escrito solicitando el efectivo cumplimiento de lo homologado.
Para asegurar el cumplimiento y siguiendo el principio de Tutela Judicial Efectiva, la jueza asistió personalmente al domicilio acompañada de un secretario. Y pudo presenciar como la actual pareja del hombre salió, cerró la puerta, entorpeciendo la comunicación ordenada.
La mujer informó verbalmente a la jueza que el hombre no se encontraba en el lugar y que retornaría la próxima semana ya que trabaja en la frontera. La jueza intimó a la mujer a dar cumplimiento con la modalidad acordada por los progenitores y homologada judicialmente bajo apercibimiento de reconsiderar la dinámica familiar, es decir evaluar quién quedará al cuidado de la niña.
El acuerdo homologado incluye el cuidado personal compartido entre la madre y el padre.
Ambos padres y la niña deben asistir a terapia psicológica, de acuerdo a lo resuelto en la misma causa.