Edgardo Oviedo, el hombre que el año pasado fue atropellado junto a su esposa en la Avenida Paraguay, relató hechos ocurridos esa noche. Momentos de asistencia y otros de mezquindad.
Todo convive en esta ciudad apodada La Linda que a veces pareciera ser La Horrible. Hay momentos buenos y malos que se suceden de manera simultánea. Una historia de dos ciudades que son la misma.
Un ejemplo es lo que ocurrió hace nueve meses en la Avenida Paraguay de nuestra ciudad, cuando un hombre de 27 años llamado Juan Sebastián Albornoz atropelló a Edgardo Oviedo y Erika Salcedo, la pareja que en ese momento se encontraba empujando el carro sandwichero con el cual trabajaban.
Esa noche cambió la vida de la pareja. Edgardo perdió sus piernas y Erika resultó con varias heridas. Hoy, mientras intentan salir adelante, recordaron episodios ocurridos inmediatamente después del siniestro.
En FM Profesional, Edgardo relató que fue asistido de inmediato por Nahuel Jesús Maximiliano Salva, un integrante del Servicio Penitenciario de la provincia que corrió a asistirlos. Salva le hizo dos torniquetes a Edgardo para evitar que se desangrara.
Salva también debió pelearse a golpes con miserables que se encontraban en la zona, que aprovecharon para robarse parte de la recaudación de Edgardo y Erika. Billetes que habían volado por el aire luego del impacto.
El penitenciario también asistió a la mujer. Se quedó allí hasta que llegó la ambulancia, mientras otros dejaban su diginidad en el asfalto a cambio de unos pocos billetes.