Natalia Elorriaga quien dirigió un trabajo de observación sobre más de 2500 personas. La investigación se realizó a lo largo de dos años. La diabetes tipo 2 es una patología crónica que afecta aproximadamente a uno de cada diez adultos en el país.
“El trabajo, en el que participaron 2615 hombres y mujeres de entre 35 y 74 años, concluyó que un mayor consumo de mate cebado se asocia con una menor incidencia de la enfermedad al cabo de dos años”, precisa Página 12 en su edición de hoy. En la nota publicada se aclara que los participantes del estudio, que no tenían diabetes, se hicieron estudios médicos de laboratorio y además respondieron una encuesta de hábitos alimentarios. El 73% de los encuestados informó consumir mate cebado todos los días, mientras que menos del 15% informó que lo bebía diariamente como mate cocido.
Se observó que quienes tomaban más de 550 ml. de mate al día presentaban un menor riesgo de desarrollar diabetes en comparación con quienes no consumían mate o tenían un consumo menor a 100 ml.
No obstante ello, Elorriaga advirtió que “éste es un estudio observacional. Para que se demuestre que tomar mate es la causa de la reducción de la incidencia de diabetes se requiere otro tipo de estudios, como un ensayo clínico: en el que puede estudiarse si se desarrolla o no la enfermedad en dos grupos (uno al que se le indica tomar cierta cantidad mate versus otro que se le indica no tomarlo o tomar otra bebida)”.
De acuerdo con la especialista, los estudios todavía no son suficientes como para indicar un consumo más allá del moderado, un cambio de conducta alimentaria o que se recomiende el consumo de mate en, por ejemplo, pacientes con prediabetes.
Desde hace varios años se estudian las propiedades fitoterapéuticas de la infusión de yerba mate. De acuerdo con un estudio publicado en abril en la revista especializada Phytotherapy Research, la yerba mate ayudaría a prevenir la ruptura de los glóbulos rojos que se encuentran en sangre, con lo cual ayuda en los casos de anemia por hemólisis. Y en agosto de 2018 se publicó un informe de científicas del Conicet dando cuenta de otra buena cualidad: las propiedades antisépticas de esta planta la transforman en una gran aliada por ejemplo para combatir la Scherichia coli, el Staphylococcus aureus y otros gérmenes nocivos.