Tenía trece años. Estuvo doce días internada. Vivía en una comunidad a cuarenta kilómetros de esa ciudad.
La niña wichí de trece años de edad que estaba internada desde principios de agosto, tras haber perdido un embarazo, murió en las últimas horas. Estuvo doce días en coma en el hospital de Tartagal.
La menor era oriunda de la comunidad Pacará del departamento de San Martín, a cuarenta kilómetros de Tartagal. Su arribo al hospital de esa ciudad se había generado por una crisis hipertensiva que complicaba aún más su situación general. Llevaba 38 semanas de gestación.
En el hospital sufrió convulsiones y cayó de una camilla, perdiendo el embarazo y permaneciendo con muerte cerebral desde entonces.
Por su edad, la niña podría haber accedido a la Interrupción Voluntaria del Embarazo con su simple consentimiento. No obstante, el presidente de su comunidad, Enrique Basualdo, afirmó la semana pasada que la joven estaba en pareja con un adolescente de 16 años, un caso más de un índice preocupante de la provincia: el de los matrimonios infantiles.