Precarizados y orientados a actividades que no realiza la población local, los migrantes sufren diferentes tipos de prejuicios que datos oficiales prueban que son falsos. Datos, no prejuicios.
El diario La Nación publicó un informe que deconstruye mitos sobre los migrantes en Argentina, particularmente los provenientes de Paraguay, Bolivia y Perú. El mismo se elaboró a partir de varios documentos que aquí citamos: «Migrantes y discriminación», del Inadi; Perfil Migratorio de Argentina de la Organización Internacional para las Migraciones (2012); Documento «Migración y gasto público nacional», de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); Estudio: «Condiciones de vida de migrantes en la República Argentina» (OIM, 2019); «Migraciones Laborales en Argentina: Protección Social, Informalidad y heterogeneidades sectoriales» (OIT, 2015).
Con esa información se abordó cinco de los principales mitos sobre esa población que finalmente son desmentidos por la realidad y que a continuación resumimos.
1) «Las personas inmigrantes les roban el trabajo a las argentinas»
FALSO, aun cuando de acuerdo con la Ley N° 25.871 (Ley de Migraciones) las personas migrantes residentes en la República Argentina tienen derecho a trabajar en las mismas condiciones que las nacionales. No obstante, las investigaciones académicas demuestran que migrantes y nacionales no compiten por los mismos trabajos. Las lógicas del mercado de trabajo «asignan» a quienes migran ciertos espacios que suelen ser los más informales, precarios y peor pagos. Las mujeres migrantes, por ejemplo, suelen incluirse en las tareas de cuidado y servicio doméstico.
2) «Las personas inmigrantes imposibilitan el acceso a los servicios públicos de las nacionales»
FALSO. Aunque la ley migratoria determina que toda persona migrante tiene los mismos derechos que las nacionales en cuanto al acceso a la educación, salud y seguridad social, independientemente de su condición migratoria; referentes en la materia señalan que, no pocas veces, estas personas son excluidas y les son denegados el acceso al sistema de salud y de educación y el acceso a la seguridad social, en general, por no poseer el DNI o encontrarse en situación irregular. Un informe de la Organización Internacional del Trabajo de 2015 se observa una baja incidencia de la atención en hospitales públicos y en Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) por parte de los migrantes sudamericanos, que alcanza al 4% de las consultas totales.
3) «El gasto público se va en los migrantes»
FALSO. Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones, varios informes y estudios muestran que el porcentaje del Gasto Público Social Nacional destinado a migrantes del año 2015 estuvo en línea con el peso que estos tienen en la población total del país. En total, fue un 0,7% del Producto Bruto Interno. El organismo señala que el mayor porcentaje de ese monto se destinó a prestaciones sociales en las que el beneficiario aportó de manera previa a la obtención del derecho a acceder a la misma (en algunos casos a lo largo de un periodo sumamente prolongado de tiempo).
4) «Las personas inmigrantes no pagan impuestos»
FALSO. Los inmigrantes en situación irregular pagan impuestos de muchas formas, directas o indirectas. A modo de ejemplo, el impuesto al valor agregado (IVA) es uno de los impuestos de mayor recaudación y se paga cada vez que se produce una compra, sea la persona que consume nacional o extranjera.
5) «En el país hay cada vez más migrantes»
FALSO. Las personas migrantes en la Argentina representan el 5% respecto al total de la población del país. La mayoría de los y las migrantes son limítrofes (80%), y su proporción nunca ha variado significativamente.