La actual diputada por CABA está participando junto a Estela de Carlotto de una serie de encuentros organizados por la embajada argentina en México, para compartir la experiencia de lucha por Memoria, Verdad y Justicia.
En ese marco, se desarrolló un acto en el Palacio Nacional encabezado por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, junto al embajador argentino Carlos Tomada y la Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto.
Montenegro participó del evento e intercambió palabras y saludos con AMLO. En los días previos, la diputada mantuvo reuniones con diversos funcionarios, legisladores nacionales y locales, y organismos de derechos humanos mexicanos. Asimismo, junto a Estela de Carlotto, se encontró con algunas de las madres de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa.
Victoria es hija de una pareja salteña conformada por Roque Orlando Montenegro e Hilda Ramona Torres. Ambos eran de Metán. El primero había nacido el 16 de agosto de 1955. Para su familia era el «Toti» y durante su niñez conoció a Hilda o, simplemente, «Chicha». Siendo adolescentes integraron un movimiento de Boy Scouts, comenzaron un noviazgo y juntos empezaron a militar en la Juventud Peronista.
«Al igual que muchos jóvenes metanenses, se vincularon luego a Luis Eduardo Rizo Patrón, un profesor de matemáticas llegado desde Santiago del Estero que era amigo de Mario Roberto Santucho, uno de los fundadores del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y comandante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), organizaciones a las que los dos jóvenes se sumaron junto a varios integrantes de la familia Torres Cabrera», recordó Germán Ulrich en un largo artículo publicado por el sitio Haroldo en marzo de 2018.
A partir de septiembre de 1974 la escalada represiva se intensificó. Hilda fue detenida en Tucumán y luego liberada, pero junto a Roque partieron hacia Buenos Aires donde siguieron militando y se establecieron en una casa de William Morris, en el partido bonaerense de Hurlingham. El 31 de enero de 1976 nació Hilda Victoria Montenegro Torres en el Hospital Israelita de Buenos Aires y unos pocos días más tarde, el 13 de febrero, los tres fueron secuestrados por una patota encabezada por el coronel Herman Tetzlaff.
Tras torturar y asesinar a sus padres, Tetzlaff se apropió de la bebé, la inscribió con el nombre de María Sol con un certificado falso y la crió como hija propia en el barrio porteño de Lugano. Victoria conoció su verdadera identidad en julio de 2000 y se convirtió en la nieta recuperada número 95.