La hija de uno de los once fusilados en la Masacre de Palomitas vive en Madrid y transmite el ejemplo que le dejaron las actividades que se realizaban en Villa Las Rosas.
Soledad Outes, hija de Pablo Outes, uno de los once presos políticos fusilados en la Masacre de Palomitas, vive en Madrid desde que la dictadura asesinó a su padre. Allí debe permanecer en cuarentena por la pandemia del coronavirus que golpea muy fuerte a ese país.
Para sobrellevar la cuarentena, Outes se inspira en las actividades que su padre y otros presos políticos realizaban dentro del penal de Villa Las Rosas para evadir el encierro.
«Mi casa es un departamento, no tengo grandes espacios ni grandes jardines, pero siempre recuerdo que mi papá cuando estaba preso hacía ejercicio todos los días», contó Outes en Cuarto Oscuro, nuestro programa de radio.
Outes relató que su padre mantenía a rajatabla una rutina diaria y motivaba a los demás presos políticos a realizar ejercicios, tomar clases de distintos oficios y realizar lecturas. «Yo pensé desde el primer momento que era un ejemplo para mí y efectivamente intento organizarme para mantener rutinas de estudio, de trabajo y de deporte. Es un descubrimiento que quiero compartir porque me parece que es muy útil y muy beneficioso», dijo.
La mujer destacó que si personas que estaban en condiciones de aislamiento tan severo como los presos políticos encontraban las fuerzas para sobrellevar y soportar el encierro, ella también podía hacerlo.
«Esta pandemia me ha enseñado muchísimas cosas. Lo primero es admiración y gratitud para todas las personas que se están encargando de nosotros en este momento: médicos, virólogos, enfermeras, camilleros, todas las personas que están en la sanidad», agregó.
Escuchá Cuarto Oscuro de lunes a viernes de 11 a 12 por FM La Cuerda (104.5)
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