El hombre señalado como sicario se había fugado de la comisaría de Pichanal el 26 de diciembre. Salvatierra solicitó la presencia de un medio antes de entregarse. Asegura que el decapitado fue asesinado por sicarios llegados de Bolivia.
En la tarde de ayer en una zona inhóspita de una finca, Salvatierra concedió una entrevista a El Tribuno antes de que sus abogados Pablo Suárez Nelson y el codefensor Agustín Vélez lo entregaran en la Alcaidía judicial de Orán.
El prófugo había solicitado la presencia de un medio de comunicación de llegada nacional para entregarse, ya que sobre él pesaban gravísimas amenazas de muerte de un cartel de narcotraficantes que, según dijeron, ofrecía hasta 50.000 dólares por su silencio.
A esto y según lo que indicó el matutino, al entregarse a las autoridades proclamó su completa inocencia en el atroz crimen cometido contra Quino Almaraz de 40 años, que apareció decapitado en rastrojo de Pichanal, en el norte de la provincia.
El brutal homicidio tiene cuatro detenidos, entre ellos un hermano de quien se entregó. El cadáver de Almaraz fue hallado en un camino rural paralelo a la ruta 34. La víctima fue identificada como Pablo César Almaraz, un puestero de la zona que vivía en el barrio 9 de Julio de Pichanal.
El cuerpo se encontraba decapitado y con las manos atadas hacia atrás y su cabeza nunca apareció, por lo que se sospecha de un asesinato vinculado al narcotráfico y a los sicarios que operan en la frontera. Por ese hecho el joven dijo a El Tribuno que había huido de la comisaría porque le quieren endilgar a él y a tres personas más, incluido su hermano, el asesinato de Almaraz, del que dijo ser completamente ajeno.
El joven manifestó que la falta de investigación del crimen y la versión dada por personas vinculadas al flagelo de las drogas, cuatro personas permanecen detenidas sin poder defenderse de las acusaciones en su contra, ya que a él le endilgan que una pericia odorífica realizada con un can lo sitúa en el lugar del brutal ajuste de cuentas, cuando asegura que ellos nada tienen que ver con los negocios de los narcotraficantes que asuelan el municipio de Pichanal.
Ni bien se conoció la noticia de su presentación espontánea, la policía de Orán salió a la caza de su esposa, madre de dos hijos y ya en la noche de ayer la mujer quedó detenida, según fuentes del norte provincial, aunque no se sabe en carácter de qué.
Antes de entregarse el joven Salvatierra dijo tener miedo de las represalias que podría sufrir de manos de Estado provincial a través de su policía, ya que asegura que el crimen de Almaraz fue cometido por sicarios llegados de Bolivia, porque «era vox pópuli que Almaraz había perdido 100 kilos de cocaína de un tal Llampa» y lo buscaban por esa causa.