El consultor Benjamín Gebhard analizó la política local en medio de la tempestad nacional. Opinó que los movimientos operados en el gabinete le permiten al mandatario tener más libertad para forjar acuerdos con nación y reforzar vínculos con la región.
El gran capital político libertario es el espectacular desprestigio de la clase política en general y de la oposición en particular. Se trata de una opinión compartida por varios analistas y en ese marco el director de la consultora WE fue consultado si ello sólo le alcanzará al gobierno libertario para llevar las riendas del país en medio de feroces internas que ayer terminaron con la denuncia policial de una diputada contra un par de su propio bloque.
“Creo que va a ser un gran problema para el gobierno. La Casa Rosada deberá recalcular algo que ya le había pasado en el inicio de su gobierno en la que interpretó que con escándalos y una dinámica de llevarse puesto a todos le iba a alcanzar para sacar sus leyes. Eso no ocurrió, pero cuando ve que la oposición o el peronismo cae en desgracia – ahora con lo que pasó con Alberto Fernández – se entusiasma otra vez en hacer las cosas por la fuerza y fracasa”, sentenció en el programa Cuarto Oscuro que se emite por FM La Plaza (94.9).
Consultado sobre cuál debe ser el razonamiento de los gobernadores que mantienen la cordialidad con nación sin desconocer sus impericias, el analista consideró que “los gobernadores por un lado tratan de llevarse bien con el presidente, pero a la vez no debe escapar a ellos la certeza de que el gobierno nacional quieren avanzar de prepo. Debe ser motivo de preocupación, sobre todo por la incapacidad del gobierno de respetar la palabra y los acuerdos políticos”, reflexionó.
En lo que toca al mandatario salteño, Gebhard recordó que a Sáenz le tocaron tres periodos – uno como intendente y dos como gobernador – en las que tuvo que entablar acuerdos con gobiernos nacionales de los que no forma parte, incluido el de Milei. “Uno puede interpretar que está cómodo en el escenario nacional por experiencia, pero también por algunos movimientos en su gabinete. Creo que la salida de Pablo Outes [hoy diputado nacional] y el ingreso de Sergio Camacho como virtual jefe de gabinete le permitió ir jerarquizando prioridades de gobierno, darle orden y ritmo a la gestión. Eso lo libera un poco para ir a Buenos Aires, tratar de armar acuerdos, conseguir obras y gestionarlas para que alguien de su equipo las ejecute acá. Sentir que tiene la espalda cubierta”, opinó.
A la variable interna, el consultor le sumó otra que favorece al gobierno provincial según su entender: “todo este boom del litio y de encontrarse en sintonía con otros gobernadores para armar un bloque que le dé un poco más de peso político a nivel nacional y no se encuentre en soledad ante el reclamo.