A días del cierre del año legislativo, la concejala Malvina Gareca aseguró que el 2025 será políticamente intenso y adelantó que la Reforma de la Carta Orgánica municipal permite pensar una Salta más inclusiva con las mujeres y diversidades.
El año legislativo va llegando a su fin. El Concejo Deliberante debatirá el próximo miércoles el presupuesto municipal al que Gareca dijo que aprobará tras la lectura del proyecto remitido por el intendente Durand. “Es un proyecto que establece prioridades claras en un contexto difícil para la provincia y el municipio por los recortes de nación. Además, refleja bien el proyecto de ciudad y el estilo de Emiliano: ejes de trabajo que surgen del diálogo constante del intendente con los vecinos que le permiten diseñar políticas para resolver problemas concretos según las posibilidades del municipio para no generar falsas expectativas”, manifestó a Cuarto la edil.
Gareca también señaló que, al trabajo cotidiano de gestión, en el 2025 se sumará la posibilidad de pensar la ciudad del futuro a partir de la reforma de la carta municipal. “La actual pudo ser la adecuada para la ciudad de hace varias décadas, pero los tiempos han cambiado, el crecimiento demográfico fue impresionante, los criterios de representación deben actualizarse y existen problemáticas que la actual carta municipal no contempla por razones obvias. Por ello necesitamos nuevas categorías para abordar esas problemáticas. Hay una que a mí me parece crucial: incorporar nuevos derechos populares, contemplar el acceso a los servicios públicos para personas con discapacidad, también derechos de las minorías y en materia de género. Es el debate que se viene y me entusiasma la posibilidad de aportar para que el mismo se encauce en esos ejes”, sentenció.
Puesta a opinar sobre el año electoral que se avecina, la dirigente no dudó en enfatizar que será intenso e importante. “En el país se consolidó un proyecto que hizo de los discursos de odio una herramienta política y que brega para que el Estado renuncie a las tareas que le son propias y que descree de los marcos de convivencias democráticas. En Salta esos sectores también explicitan el deseo de controlar resortes estatales claves usando las mismas herramientas y levantando los mismos objetivos. Como militante haré todo lo que esté a mi alcance para que la ciudadanía opte por representantes que están en la antítesis de ese proyecto que ya tiene como víctimas del modelo a distintos sectores sociales y muy particularmente a los más vulnerables en términos económicos, sociales y etarios”.
Consultada si ello incluye la posibilidad de una candidatura personal, Gareca subrayó lo siguiente: “yo soy una militante. Comencé a militar siendo muy joven y recién 20 años después, en el 2021, accedí a una banca de concejal para ser reelegida dos años después. Toda militante desea crecer en materia de representación y está dispuesta a participar. Necesitamos más legisladoras que lleven la agenda de género. Pero toda militante sabe también que el deseo debe subordinarse al proyecto colectivo en donde intervienen muchas otras voluntades además de la propia”, concluyó.