La nueva medida genera confusión sobre si se trata de un levantamiento de restricciones cambiarias o el inicio de un «corralito 2.0». Funcionarios y analistas ofrecen interpretaciones contradictorias sobre el alcance de la medida informada por el Banco Central.
En medio de una semana marcada por importantes anuncios económicos, el gobierno presentó una controvertida medida cambiaria que generó numerosas interpretaciones. Mientras la inflación alcanzó el 3,7 por ciento y Argentina asumió una deuda de 42 mil millones con organismos internacionales de crédito, el Banco Central emitió un comunicado donde se da a entender que el gobierno de Milei limita la compra mensual de dólares en efectivo a 100 dólares por persona, reduciendo el tope anterior de 200 dólares.
La comunicación A8226 del BCRA establece que «la operación se curse con débito en cuenta del cliente en entidades financieras locales o el uso de efectivo de moneda local por parte del cliente no supere el equivalente a U$S 100 (dólares estadounidenses cien) en el mes calendario en el conjunto de las entidades y por el conjunto de los conceptos señalados». Esta redacción ha provocado diversas lecturas entre especialistas, quienes debaten si representa una flexibilización o un endurecimiento de las restricciones cambiarias.
Las reacciones no tardaron en llegar. Carlos Rodríguez, exasesor económico de Javier Milei, consideró que la medida crea «un Dólar Virtual Argentino» y que «eliminan el CEPO y ponen un CORRALITO». Por su parte, el economista Roberto Cachanosky cuestionó: «Si hay una restricción solo para el efectivo, entonces el cepo no se levanta. No se entiende por qué no se puede comprar más de US$ 100 por mes en efectivo».
Ante la confusión generalizada, Pablo Quirno, secretario de Finanzas, intentó aclarar brevemente que «la restricción es a la compra en efectivo», mientras algunos analistas sugieren que se trata simplemente de un problema de redacción. En redes sociales, la expresión «Corralito 2.0» comenzó a circular, y César Ángel Torres, subsecretario del gobierno porteño, advirtió: «Es un corralito encubierto. Guarden este tuit».