Responsable político de las denuncias por violencia institucional y de la inseguridad en barrios medios, el titular del área de Seguridad provincial encontró un pasatiempo en medio del caos: postear información no chequeada en las redes sociales.
El militar que conduce el ministerio de seguridad, Juan Manuel Pulleiro, sigue en el ojo de la tormenta: cataratas de denuncias por violencia institucional, inacción para contener marchas anticuarentena y ahora ineficacia para garantizar seguridad en barrios como Grand Bourg, donde los vecinos sufren una ola de robos que deslizó a la Procuración de la Provincia a crear en el lugar una Delegación Fiscal Penal.
Esa catarata de desaciertos parece deslizar al ministro a buscar algún golpe de efecto que pueda capitalizar. Creyó encontrarlo con el video filmado por una vecina de San Lorenzo que denunciaba la realización de fiestas clandestinas. El nivel de indignación de la mujer era entendible por la actitud de uno de los jóvenes que ante el arribo policial admitió que bebían para despedir a “un amigo”, pero negando que organizaran fiestas clandestinas.
Trascendió que entre los jóvenes habían algunos de apellido “Urtubey” y algunas cuentas de Facebook usaron las redes para señalar que se trataban de hijos del exgobernador salteño, generando una catarata de epítetos para repudiar la impunidad de los “hijos de”. Si Pulleiro concluyó que era el golpe de efecto que precisaba para disimular sus yerros o simplemente fue presa fácil de una fake news, es algo que desconocemos. Lo que sí se sabe es que con la ingenuidad del personaje que Bernardo Neustad bautizó como “Doña Rosa”, compartió la noticia en un grupo de WhatsApp de periodistas que -más despiertos que él- chequearon la información.
No había hijos del exgobernador, sino dos sobrinos: Rodolfo Augusto Alurralde Urtubey y Beltrán Pulo Urtubey, ambos de 26 años. “Mamadera si el propio Ministro de Seguridad desconoce lo que pasa en sus operativos y encima lo comparte…”, tuiteó el periodista Kimón Demitrópulos. Al ministro de seguridad salteño, en definitiva, parece caberle bien la célebre frase que hace 81 años pronunciara el filósofo José Ortega y Gasset en una conferencia en Buenos Aires: “Argentinos, a las cosas”.