Es un informe de organismos especializados en el análisis socioeconómico que contradice el relato oficial acerca de la promesa de “pobreza cero”.
La promesa electoral de 2015 que enarboló Mauricio Macri acerca de que cumpliría la meta de “pobreza cero” está cada vez más lejos. Es que distintos informes acerca del impacto de las decisiones económicas en la sociedad develan un abrupto crecimiento del índice de pobreza que hoy por hoy oscila el 32%.
Ahora un informe del Cippec, el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señaló que casi el 70% de los pobres crónicos tienen necesidades básicas insatisfechas en vivienda o educación. “Los indicadores de la pobreza multidimensional evolucionan a distinto ritmo”, explicó Gala Díaz Langou, directora de Protección Social de Cippec.
Se trata de un análisis sobre la pobreza multidimensional, la medición que el Gobierno eligió para su evaluación al ver que el tejido social se deterioraba. La pobreza crónica es la denominación que le encuentran a ese 10% de la población que está estancada y presenta una transmisión de generación a generación.
De los datos más significativos surge que solo el 63,5% de los pobres crónicos tiene acceso a baños higiénicos (con descarga de agua) y la conexión al sistema público de saneamiento. Esta medición intentará ser incorporada por el Gobierno en el Indec para morigerar los datos económicos y mostrar “mejoras infraestructurales”.
Los datos se condicen con otros ya arrojados por distintos organismos. Por ejemplo, al cierre de 2018, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina presentó su informe en el cual señalaron que el 33,6% de la población argentina es pobre.