Si usted profesa la religión católica y piensa alimentarse a plan de peces o mariscos, tenga en cuenta estos consejos elaborados por el Ministerio de Salud.
Ya lo dice el dicho: Más vale prevenir que lamentar. Por ello, desde el Ministerio de Salud Pública elaboraron una lista de consideraciones a tomar antes de comprar y/o consumir los platos que por la época son muy comunes de ver en las mesas salteñas.
Por ejemplo, no recomiendan que niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas inmunosuprimidas consuman alimentos elaborados con pescado o marisco crudo, como sushi o ceviche, ya que éstos tienen mayores posibilidades de contener parásitos o bacterias. Además, hay otras recomendaciones que resumimos a continuación.
Cómo comprar
Otro dato muy importante, a la hora de comprar pescado fresco, tener en cuenta: el olor nunca debe ser intenso, similar al amoníaco. Los ojos deben estar siempre brillantes, nunca hundidos; las agallas rojas o rosado intenso; las escamas fijas, adheridas al cuerpo; la carne firme; la pigmentación viva y brillante; la columna vertebral firmemente adherida a los músculos. Lo que se dice, un pescao piola.
En cuanto a ostras, mejillones y berberechos, deben venderse vivos, como también el caracol marino o terrestre. En tanto calamar, pulpo o jibia, deben presentar la piel suave y húmeda, los ojos brillantes, la carne consistente y elástica.
Al comprar congelados, constatar que el envase no esté abierto, roto o golpeado en los bordes. Se recomienda seleccionar envases que se encuentren en la zona intermedia de congelación del exhibidor comercial. No comprar si se observan signos de escarcha o cristales de hielo. Si el comercio donde se compra está alejado del hogar, se recomienda contar con una conservadora con hielo para transportar pescados y mariscos conservando la cadena de frío. Nunca se debe tener estos productos por más de dos horas fuera del refrigerador.
Cómo preparar
Se debe evitar el contacto de pescados y mariscos crudos con alimentos que estén listos para consumir. Lavar las tablas de cortar, platos, utensilios y superficie de trabajo con agua caliente y detergente, después de estar en contacto con pescados crudos. Igualmente, debe lavarse bien las manos con agua y jabón antes y después de manipular pescados y mariscos crudos.
El pescado debe ser completamente cocido, hasta que al cortarlo presente una coloración “blanco leche, opaco” y se deshaga con el tenedor. Los moluscos deben cocinarse hasta que se abran, que es cuando están bien cocidos. Los que no se hayan abierto con la cocción deben ser desechados. Se deben consumir lo antes posible y no dejar enfriar a temperatura ambiente.