Un suboficial alegó que lo hizo para salvar a su propia mascota. El incidente provocó la indignación de los vecinos, quienes intentaron agredir al uniformado al descubrir que ocultaba evidencia.
Un segundo comandante del escuadrón 20 de Gendarmería Nacional, de 46 años, fue detenido ayer por la noche en el barrio Jardín de San Ramón de la Nueva Orán, después de matar a un perro con su arma reglamentaria. El hecho ocurrió cuando el gendarme paseaba a su mascota y esta se vio involucrada en una pelea con otro can, ante lo cual el uniformado decidió intervenir utilizando su arma de fuego.
La situación escaló rápidamente cuando los vecinos de la zona, al percatarse de que el gendarme intentaba deshacerse de las vainas servidas, intentaron agredirlo. La policía local intervino para evitar un posible linchamiento y procedió a la detención del funcionario. Se espera que en las próximas horas sea imputado por actos de crueldad animal, aunque algunas voces reclaman cargos más severos, argumentando un uso indebido del arma reglamentaria en una situación que no representaba una amenaza directa para su vida.
El incidente ha generado un debate sobre el uso de la fuerza por parte de funcionarios públicos y las consecuencias legales de sus acciones fuera de servicio. Las autoridades competentes deberán determinar si la respuesta del gendarme fue desproporcionada y si corresponde una sanción más grave que contemple el abuso de arma de fuego.