Rogelio Frigerio debió recibir en el ministerio del Interior a dos gobernadores opositores para contener el reclamo. Pasaron el misionero Hugo Passalacqua y la catamarqueña Lucía Corpacci.
Corpacci es una de las mandatarias que endureció su postura en el último tiempo con la Rosada y Macri la tiene entre ceja y ceja. Sin embargo, Frigerio y su secretario de Vivienda, Iván Kerr, acordaron hoy redeterminar los precios de las obras, además de asegurar el pago de 7 millones de pesos para restaurar una iglesia. Lo que espera Corpacci es que Hacienda le libere el pago de 100 milllones de pesos para vivienda y por eso ya amenazó con terminar las obras en ejecución con fondos propios y prácticamente romper relaciones con la Nación. Por ahora le prometieron, como al resto de los gobernadores, ponerse al día con los pagos entre julio y agosto. En el Gobierno estiman que están demorados 2500 millones de pesos para las provincias.
En este contexto, los funcionarios de Macri les pidieron a las provincias que reactiven el Fondo Nacional de Vivienda (Fonavi), que los gobernadores, según señalan en el Ejecutivo, utilizan para gastos corrientes en lugar de derivarlos exclusivamente para construir casas.
En ese sentido, en la Rosada apuestan al gobernador neuquino Omar Gutiérrez como un caso testigo exitoso de uso del Fonavi como herramienta financiera para apalancar obras, tanto las nuevas como las que están en ejecución.
De esto hablaron Frigerio y sus funcionarios en la Uocra y en la Cámara Argentina de la Construcción. En esas reuniones hubo consenso en que las viviendas sociales, que es lo que más empleo genera en la construcción, no se detengan por la redeterminación de precios y la falta de pago de las obras.