Lo dijo el arzobispo Mario Cargnello durante la homilía central de la procesión. Pidió hablar con la verdad.
El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, habló de una Argentina dividida durante su homilía de este jueves, durante la procesión del Milagro.
«En nuestra querida Argentina se profundiza un enfrentamiento peligroso, que suavizado bajo la palabra grieta sólo alimenta los odios y rivalidades mientras se esconde una lucha despiadada por alcanzar o conservar el poder, creyendo que una sola persona o grupo tendría una especie de misión mesiánica capaz de construir el bien común de los argentinos», dijo el religioso.
Cargnello señaló que «la posibilidad de elegir y controlar a sus autoridades de parte de los ciudadanos y de sustituirlos de modo pacífico es lo que hace a la democracia apreciable a los ojos de la Iglesia».
«Sólo la aceptación de la verdad que guíe a la acción puede sostener la democracia», siguió, y agregó que «la instalación de la mentira para alcanzar el poder o sostenerlo denigra a los ciudadanos, destruye a los vínculos, oscurece el futuro». Y consideró que «la mentira reina en la guerra», mientras que «sólo la verdad sostiene la paz».
«Los ciudadanos de a pie son más veraces que sus líderes, sean sociales, políticos o religiosos. Con la mentira, los pobres y excluidos son los que injustamente más sacrificios aportan. Con la verdad todos estamos desafiados a aportar esta cuota de sacrificio cuando somos guiados por líderes que son ejemplo de una vida austera y honesta», remarcó.
«Francisco nos invita a ser amables entre nosotros. Creo que son principios que los cristianos necesitamos pensar porque la Argentina tiene derecho a ser una Nación mejor, ustedes son la muestra que una Argentina mejor es posible, por eso tenemos esperanza», concluyó.
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