Tras su regreso al país, el militante bautizado por la prensa como “Gordo Mortero”, brindó una entrevista a los medios nacionales, ahí detalló lo sucedido en la jornada de diciembre de 2017 que lo puso en cientos de memes.
Romero estuvo prófugo en Uruguay por más de dos años. Salió del país tras la tumultuosa jornada en Buenos Aires que derivó en incidentes represivos allá por diciembre de 2017, cuando se trataba en el congreso la reforma del sistema jubilatorio y en las calles se desarrollaba una protesta masiva. Mientras la policía bonaerense reprimía con balas, gases y palos, los manifestantes respondían con piedras y todo elemento que tuvieran al alcance. Entre esos, un mortero atado a un palo, en las manos de Romero, que fue captado por las imágenes televisivas, derivó en su apodo: El Gordo Mortero. No tardó en inundar las redes sociales con memes y referencias a lo sucedido.
La periodista Adriana Meyer elaboró una extensa entrevista con este militante Partido Socialista de Trabajadores Unificado y ex trabajador de la General Motors en Santa Fe. Ahí Romero detalló que a fines de ese año “en todas las fábricas se discutía decir no a la reforma laboral ni previsional. Había bronca, la gente quería organizarse porque las direcciones se quejaban pero no planteaban un plan de lucha concreto. El 17 de diciembre, luego de muchas asambleas decidimos ir a Buenos Aires los suspendidos”.
Además aclaró que lo dicho en los medios. “Lo que dijeron de que fui el organizador no es cierto, nunca ocurrió. Siempre llevamos bombas de estruendo a marchas y asambleas, es muy común. En ningún momento pensamos que se iba a desatar semejante represión”. Luego detalló que ante la confrontación de la policía no les quedaba otra que reaccionar: “Fue una situación muy tensa, se corrían a mi izquierda, algo estaba pasando. Luego tiraron gases donde estaban nuestras columnas pero no podíamos retroceder por la cantidad de gente que había. La primera línea arrojaba piedras, pero empezó a crecer el número de personas y se generó una batalla campal. Le devolvíamos los gases, y en ese momento tenía un mortero atado a una rama que usamos para tirar al aire, y me sacaron una foto y un video para mostrar que yo era el que estaba agrediendo”.
Consultado por el uso del famoso mortero “casero”, Romero explicó: “Es de venta libre, viene el tres tiros con un cilindro de goma y ahí ponés el cohete para prenderlo. No era nada de fabricación casera, era la rama que agarré en la movilización y la até con cinta, lo improvisé en el momento. En las movilizaciones es muy común usar pirotecnia, yo me estaba defendiendo con un cohete de venta libre, la policía estaba armada con balas de goma, los gases lacrimógenos, las motos, los camiones hidrantes, la relación de fuerzas era muy diferente. No era una cuestión de defenderse sino de frenar la represión porque estábamos acorralados sin poder salir para ningún lado. En la primera línea la rabia era tan grande que se defendían con lo que tenían a mano”.
“Fui perseguido por el gobierno de Macri, ahora está el gobierno de Fernández y yo estoy preso, por una reforma que hizo morir de hambre a muchos viejitos, y de tristeza. Parece que son números pero no, en mi barrio no podían salir a comprar gas natural”, aseguró Romero a Página12, y explicó: “No soy ingenuo, mi imagen fue acribillada como alguien malo por los medios hegemónicos, con un gobierno diferente ahora esto más que un juicio es una decisión política. Me negaron la excarcelación, el juez Rodolfo Canicoba Corral, y sigo acá preso. Mi compañero Daniel Ruiz estuvo preso más de un año y está en juicio, pero en libertad. Organizaciones tanto barriales como internacionales están pidiendo mi libertad”.