Ocurrió el lunes por la tarde en Alto la Sierra, en el municipio de Santa Victoria Este. Quienes participaron del violento episodio denuncian que el lugar era escenario de venta indiscriminada de alcohol y abusos de adolescentes.
El episodio se dio en un pueblo en donde los recelos entre criollos y originarios son evidentes. Los segundos dijeron sentirse hartos ante la falta de respuesta a sus denuncias por venta de alcohol a los jóvenes de su comunidad y el ingreso de adolescentes al local.
“Las madres iban a buscarlas pero no las dejaban entrar y no podían rescatarlas. Las chicas recién se iban al otro día”, dijo una de las personas a la sección local del diario Página 12. Ese mismo medio ya había informado sobre reclamos de las comunidades por la muerte de un joven de 19 años que apareció ahogado en una laguna. En aquel momento ya se había denunciado sobre problemas de adicciones al alcohol y a la inhalación de nafta.
Incluso hubo “acuerdos” firmados entre los caciques y los comerciantes para evitar la venta alcohol a comuneros y comuneras. “Acá hay chicos de 8 años para arriba que empiezan con el alcohol o la inhalación de nafta”, dijo la misma fuente. Añadió que las denuncias públicas son ignoradas por los organismos competentes. También indicó que es poco lo que se puede hacer respecto de la seguridad, dado que en el pueblo solamente hay dos agentes.