Se trató de Isabel de Vita representante de la Capital y del diputado Jorge Restom de San Martín. Ambos se referencian en el kirchnerismo. La radical Soledad Farfán se abstuvo.
La adhesión de la provincia al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones ya tiene la media sanción de diputados. Tal como se esperaba, se aprobó el proyecto remitido por Gustavo Sáenz y no el de Roque Cornejo, legislador de la Libertad Avanza que es aliado al gobierno nacional. También tal como se esperaba, la iniciativa fue acompañada hasta por quienes la criticaban.
Solo dos diputados rechazaron el proyecto, mientras otra se abstuvo de votar. Los primeros fueron Isabel De Vita recordó y Jorge Restóm. La primera recordó que el RIGI no exige probar de dónde vienen los fondos de la inversión, que las empresas no tienen obligación de abastecer el mercado interno, o que en caso de litigio el mismo se resuelve en tribunales internacionales. Para De Vita, “evidentemente la seguridad jurídica no es para nosotros” acusó.
Restom, por su parte, se opuso al RIGI invocando su experiencia como residente en el departamento San Martín, que vivió la abundancia de la explotación petrolera y la miseria de la retirada de las empresas tras aprovechar estos recursos. “Yo vivía en la década del 80 en San Martín y vivía en Beverly Hills, vivía en un departamento rico” y ahora hay una situación de gran pobreza, sostuvo.
La radical Soledad Farfán, por su parte, se abstuvo. A la hora de justificar su conducta echo mano a las objeciones que realizara al Régimen el senador nacional y presidente de la UCR a nivel nacional, Martín Losteau. En ese marco, cuestionó la «extrema generosidad» del RIGI con empresas extranjeras, «la magnitud de las exenciones impositivas que dejan en desventaja» a los emprendimientos locales y la pérdida de soberanía de las provincias.