Por la crecida del Pilcomayo reubicaron a 20 familias que ahora viven sin casa, luz ni agua potable. Como reclamo cortaron el acceso a la localidad.
El fin de semana pasado el acceso a La Puntana, en Santa Victoria Este, permaneció con las familias apostadas en el camino. Reclaman que el ministerio comandado por Edith Cruz cumpla sus promesas y envíe ayuda.
20 familias fueron reubicadas por la crecida del Pilcomayo. Ahora están a 4 km de su lugar de origen. El traslado no implicaba nada, salvo llevar sus pertenencias. Viven sin techo ni servicios básicos.
Pedro Lozano, vicepresidente del Concejo Deliberante de Santa Victoria Este, quien estuvo en el corte habló con la prensa. Contó que por ayuda, algunas familias recibieron chapas, y con ellas lograron montar unos techos improvisados, en tanto las otras “están viviendo con plásticos. Ni un ladrillo les acercaron”.
Otro problema es el del agua. “Llegan dos camiones cisternas a La Puntana, pero solo llegan hasta ahí y el abastecimiento no alcanza”, según contó Lozano. Entonces la única solución para estas familias es recorrer los 4 km hasta La Puntana y llevar agua en bidones.
El reclamo no parece ser escuchado por el ministerio de Asuntos Indígenas, pues Cruz se había comprometido a gestionar, por ejemplo, que la línea eléctrica llegara hasta donde están las familias, pero eso hasta ahora no ha sucedido. “Hace una semana que estamos haciendo el corte, y yo llamo y pese a que soy concejal, nadie me atiende”, aseguró Lozano respecto a las promesas ministeriales.