Un estudio de BHP indicó que en el 2025 la demanda mundial de cobre aumentará a 52,5 millones de toneladas anuales. Uno de los proyectos argentinos es Taca Taca, ubicado en la provincia de Salta.
El cobre resulta indispensable para el desarrollo de la IA. Con ese mineral se fabrican componentes electrónicos como cables, circuitos que se encuentran en dispositivos de IA, semiconductores y superordenadores que convierten al cobre en el «oro rojo».
“Un estudio de BHP indicó que la demanda mundial de cobre aumentará a 52,5 millones de toneladas por año para 2050, frente a los 30,4 millones de toneladas de 2021, lo que implicará una suba del 72%. Estas cifras crecieron exponencialmente, ya que a la demanda de los autos eléctricos se suma ahora el requerimiento de la IA para poder desarrollarse” destaca el diario Ámbito Financiero.
Los proyectos cupríferos con los que cuenta Argentina son una gran posibilidad para abastecer a la IA. Entre los más avanzados se encuentran los de San Juan Josemaría (Lundin-BHP), Los Azules (McEwen Cooper) y Pachón (Glencore), pero también se destacan -aunque que con menor escala de desarrollo- TacaTaca (First Quantum) en Salta y MARA en Catamarca, también de Glencore.
“En esa sintonía, el Gobierno nacional se propuso como objetivo trabajar para instalar un polo internacional de Inteligencia Artificial en la Patagonia, lo que suma mayor interés en que se puedan desarrollar los proyectos cupríferos nacionales, donde la implementación del RIGI dio el empuje que hacía falta para poder conseguir la confianza necesaria para que las grandes compañías mineras extranjeros inviertan en el país” resalta el medio ya citado.