miércoles 9 de octubre de 2024
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La estrafalaria vida del narco jujeño apresado en Bolivia que pasa sus días en la cárcel de Salta

José Miguel Farfán estaba prófugo desde 2015 por la complicidad de un juez federal salteño. En Santa Cruz de la Sierra vivía una vida de lujos: mascarilla de oro, nueva familia e inversiones millonarias.

Fue uno de los traficantes de cocaína más importantes del NOA, el jujeño José Miguel Farfán, de 58 años, está detenido en la cárcel de Güemes desde mediados de febrero y comparte encierro con el exjuez federal de Orán Raúl Reynoso, actualmente enjuiciado por cobrar coimas para favorecer narcos, entre ellos el propio Farfán.

El diario Clarín recordó que sobre él también pesa la acusación de haber coimeado al juez federal de Salta José Antonio «Toto» Torino. Todo comenzó en el año 2004, cuando la Justicia Federal de Salta libró la primera orden de captura contra Farfán quien no se presentó en la prisión desde donde estaba haciendo salidas transitorias cuando purgaba una condena de cinco años en una causa por narcotráfico.

“Farfán volvió a caer el 16 de mayo de 2008. Lo detuvo la Policía de Seguridad Aeroportuaria en Tucumán. Sin embargo, en una decisión muy irregular, se le concedió la excarcelación en 2010. La libertad se la dio el juez Torino, quien luego fue condenado por cobrarle una coima al narco”, que según la investigación habría sido de hasta 50 mil pesos y un auto para destrabar el pedido de captura de Farfán que pretendía viajar a España con una gran cantidad de cocaína.

Las complicidades de Farfán y la justicia federal salteña siguió en septiembre del año 2013, cuando Gendarmería secuestró unos 411 kilos de cocaína introducida al país en avionetas y el cargamento fue atribuido a la organización liderada por Farfán. “Esa causa quedó a cargo del entonces juez federal de Orán, Raúl Reynoso. Cuando Farfán fue detenido en un control, en 2014, se consultó al juzgado de Reynoso sobre qué hacer y desde allí se ordenó su inmediata libertad”, rememoró Clarín que aseguró que gracias al pago de una coima que Farfán llegó libre al juicio que se le inició a Sola Torino en el año 2016. “Farfán fue a dos audiencias, vio cómo venía la mano y desapareció antes de que su situación se complicara y fuera condenado”.

Farfán apresado por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) en Bolivia.

Ya prófugo, Farfán se instaló en Santa Cruz de la Sierra. Allí se presentaba como empresario y agricultor mientras la Justicia argentina lo “buscaba” y el Ministerio de Seguridad ofrecía medio millón de pesos a quien ayudara a capturarlo, cosa que ocurrió el 13 de febrero pasado.

“Llevaba vida de millonario. Vivía en una mansión y manejaba una Hummer amarilla. Lejos de los rigores del contrabando de drogas de frontera, Farfán había invertido dos millones de dólares en un condominio y tenía planes para construir otro. Se había casado con una mujer mucho más joven que él y había tenido un bebé. De sus tiempos en Argentina, mantenía una familia con hijos más grandes Hasta se había vuelto algo coqueto. Luego de su detención se le encontraron una serie de selfies en la que se lo ve pasándola de lujo en un spa con una mascarilla facial de arcilla y otra de oro. Seguramente buscaba también modificar algunos rasgos de su imagen”, enfatiza Clarín.

Farfán ahora está preso y tiene en puerta un juicio oral en la Justicia federal de Salta por el tráfico de 411,615 kilos de cocaína en avionetas.

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