El acuerdo entre nuestro país y China para la producción y exportación de carne de cerdo fue suspendido para noviembre por la fuerte movilización iniciada hace algunas semanas en todo el país, con la adhesión de colectivos de Salta.
“… además de impulsar el empoderamiento de la ciudadanía a través de una participación activa en los valores ambientales, sociales y de género desde los Municipios y las Provincias, a través de una gestión comunitaria que garantizará el sustento necesario para llevar adelante las transformaciones que el país necesita en función de lograr una sociedad inclusiva y ambientalmente sustentable”. Extracto de la Plataforma Electoral 2019 del Frente de Todos
El título de la presente columna tiene varias acepciones. Una de ellas es la que está en relación con la cuestión etaria, con quienes son el presente y el futuro de nuestro país. A cierta edad, la responsabilidad que da la experiencia debiera ser una característica fundamental cualquiera sea la función o profesión, porque es un signo de madurez. Sobre todo en la función pública, donde se dirigen los destinos de la población de un país, de una provincia, de un municipio. Además, existe la misión natural, a la edad madura, de dar el ejemplo. Ser consecuente con los jóvenes, me refiero a ser lo que se dice que se es, y hacer lo que se dice que se va a hacer.
Por ello es inaceptable y vergonzoso el lamentable papel de movimientos y políticos, actualmente funcionarios públicos con altas responsabilidades, que encaminados en la conformación de un acuerdo con China para exportar “músculo de cerdo” a ese país, tratan de justificar un cambio de rumbo de 180 grados en lo que fue la promesa de su plataforma electoral. En efecto, en ella se habla de un plan de gobierno con amplio acuerdo de diversos actores de nuestra sociedad, de desarrollo con equidad, del diálogo que será un eje central del gobierno, de un nuevo contrato social, “apertura a la participación social que genere una mayor legitimación de las políticas públicas”, organismos varios de “juventudes”, reconocimiento de la emergencia ambiental en nuestro país, soberanía alimentaria, etc.
Es cierto que dicha plataforma es ambigua, porque a pesar de criticar los modelos neoliberales, los confirma cuando hace referencia a la sustentabilidad, que no es sostenibilidad. Es más, al reconocer las consecuencias de la aplicación de dichos modelos, por lo menos, en la ejecución de políticas públicas debiera asumirse la transición a modelos sostenibles amigables con el medio ambiente y la soberanía alimentaria, y no reproducir, reinstalar lo mismo que está destruyendo nuestro medio ambiente a gran velocidad.
Los jóvenes que están muy comprometidos con estos valores, porque además de ideales tienen real conciencia de que no habrá futuro al ritmo de la destrucción ambiental producida por los modelos de “desarrollo” que la misma fuerza política que gobierna actualmente viene aplicando desde 1996 -me refiero al modelo transgénico-, se oponen con inteligencia y tesón a la concreción del Acuerdo Porcino con China. Y su lucha ambiental es muy respetable dado que tienen derecho a ser escuchados, sobre todo por políticos que son responsables de los daños que hoy nos aquejan a todos los ciudadanos, urbanos y rurales.
El miércoles 26 de agosto se invitó a una charla en vivo por el canal de YouTube del Movimiento Arraigo, con la intervención de funcionarios implicados en el tratamiento del mencionado acuerdo. Pero sorpresivamente, con la tensión planteada por los comentarios, se interrumpió la emisión en ese canal. La participatividad molesta, porque no es un acuerdo con consenso social. Y molestan los jóvenes que se oponen con argumentos sólidos frente a una serie de frases hechas y por momentos despectivas contra los ecologistas calificados de “extremistas” y “urbanos” (sí, como si fuese un insulto ser urbano, ahora justamente surge una nueva discriminación en un gobierno que se pretende inclusivo).
Aquí no se trata de hacer nombres. Interesa subrayar el choque generacional (de paso, señalemos que los expositores eran todos hombres, si hablamos de género). Por más que se expresen en lenguaje inclusivo estos señores, sus décadas en el poder y sus modos autoritarios, revelan la realidad de un patriarcado antiambiental. No es correcto mofarse de quienes con menos experiencia y menos años, han comprendido lo que es el desafío de la época, sí, porque es su época y no la de los añosos, que ya han gobernado, ya han decidido, y ya hemos vivido, y aquí estamos en un desastre que no sólo es ambiental, también es económico y social, y viene de mucho antes, por ser estructural. Estos señores, debieran haber comenzado por pedir perdón. Pero no, sus modos y exacerbaciones en ciertos casos, de ningún modo darían lugar al reconocimiento de sus propias culpas.
No voy a abundar en los contenidos de dicha charla*. Fue más de lo mismo, en cuanto a querer imponer con argumentos sin solidez, lo que es falso. No es verdad que estos modelos solucionan la vida de la gente, ni sus problemas ni el hambre. Hipotecan el territorio comprometido en el área de influencia de estos proyectos, el agua de los ríos, el aire, la tierra, el ecosistema. Hipotecan el futuro de la gente para fabricar los dólares que serán la supuesta solución alimentaria, pero que la corrupción o el desdoblamiento monetario pueden interceptar para que no llegue a la población.
Los argentinos ya sabemos que esto no es una solución al tema, porque no estaríamos como estamos, en un país donde aún mueren niños por hambre y deshidratación (porque tampoco tienen agua) en el norte de Salta. No se puede seguir intentando lo mismo que no ha resultado.
La firma de un memorándum de entendimiento entre nuestro país y China, para la producción y exportación de carne de cerdo, fue suspendida para noviembre por la fuerte movilización iniciada hace algunas semanas en todo el país, con la adhesión de colectivos de Salta (en particular, miembros de la Red Ecologista de Salta). Un pedido formal de información, aún sin respuesta, fue depositado el 10 de agosto en el Ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable de la provincia, en relación con los estudios de impacto ambiental y social, estudios de seguridad, habilitaciones, controles y monitoreo de efluentes de criaderos de cerdos en la provincia, y toda otra información en relación con este acuerdo (eventual implantación local de megafactorías). Se trata de una cuestión muy seria, y como tal, debe ser abordada mediante la verificación de la capacidad de control local en emprendimientos que ya se encuentran funcionando en nuestra provincia.
Por otra parte, cabe preguntarse: ¿cuál será la capacidad de cumplimiento de la otra parte, en cuanto a compromisos ambientales, si sus antecedentes, por ejemplo en el Tíbet, no son una muestra de vocación ambiental y respeto de los derechos humanos**?
Para más información:
*Sesión conjunta de Arraigo y Agricultura en el PJ nacional con la participación de funcionarios (video)
¿Qué está pasando en Argentina? Incendios y megafactorías de cerdos (video)
Cerdos para China: lluvia de críticas obligó al gobierno a cambiar pautas ambientales y el acuerdo pasó a noviembre
**Conflictos socioambientales en el Tíbet. Entrevista a Tempa Gyalsen Zamlha
Conflictos socioambientales en el Tíbet. Entrevista a Tempa Gyaltsen Zamlha