Beatriz Blanco, una manifestante agredida durante la represión policial, presentó una denuncia contra la ministra de Seguridad y el responsable del operativo. La demanda sostiene que los hechos configuran un delito y acusa a las autoridades de ordenar el uso de la fuerza de manera indebida.
Beatriz Blanco, una jubilada que recibió un golpe en la cabeza por parte de un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) durante la protesta del miércoles pasado en el Congreso, denunció penalmente a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y al responsable del operativo. La presentación judicial sostiene que las agresiones sufridas por manifestantes constituyen el delito de lesiones leves agravadas, al haber sido cometidas por miembros de las fuerzas de seguridad en ejercicio de sus funciones.
La denuncia apunta a dos agentes de la PFA, cuya identidad aún no fue determinada, así como a los encargados del dispositivo de seguridad y a Bullrich en calidad de autora mediata. En su declaración, Blanco relató que fue rociada con una sustancia irritante y golpeada con un bastón policial, lo que le provocó la caída al suelo. Además, el escrito judicial señala que el Ejecutivo “ha montado un programa de miseria planificada” que se sostiene mediante la represión estatal.
Pese a las pruebas registradas en videos que circularon ampliamente, el Gobierno defendió el accionar de las fuerzas de seguridad. La propia ministra Bullrich desestimó la denuncia y calificó a Blanco como una “señora patotera”. “¿Que sea una señora mayor le da impunidad para pegarle a un policía?”, expresó en declaraciones públicas, sin reconocer excesos en el operativo.
