Las cifras muestran que el ajuste en el presupuesto educativo y la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente impactan severamente en sus ingresos, llevándolos a veinte años atrás.
El Día del Maestro encuentra a los docentes argentinos en una situación crítica debido a los recientes recortes presupuestarios en educación por parte del gobierno de Javier Milei. Según un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP), los salarios de los educadores han retrocedido a niveles no vistos en dos décadas, lo que pone en riesgo la calidad educativa del país.
La eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y las medidas de ajuste fiscal a nivel nacional, provincial y municipal han provocado una significativa reducción en los ingresos de los trabajadores de la educación. Javier Curcio, profesor e investigador del IIEP-UBA CONICET, señaló a la prensa que el impacto del desfinanciamiento es particularmente fuerte en los salarios, ya que representan el 90% del gasto presupuestario educativo.
Las cifras son alarmantes: en marzo pasado, un maestro de grado de jornada simple del nivel primario percibía una remuneración de $502.786 en pesos constantes al valor de 2024. Esta cifra es comparable con lo que se pagaban en septiembre de 2003, que ajustado al valor actual serían $452.202. Curcio advierte que la caída del presupuesto en educación alcanza el 40% real interanual, duplicando el ajuste del 20% aplicado en otras áreas del Estado.
Mientras los expertos debaten sobre los desafíos actuales en el proceso de aprendizaje, como la incorporación de nuevas tecnologías y los cambios sociales, la drástica reducción salarial amenaza con socavar la educación pública. Curcio concluye que esta situación «va a redundar indefectiblemente en un deterioro en la calidad educativa», planteando serios interrogantes sobre el futuro de la enseñanza en Argentina.