El diputado nacional emitió un comunicado en el que responsabilizó al gobernador de un ataque contra el y su familia.
Luego de que se conociera su imputación en la causa por las noticias falsas en contra de políticos y medios locales, el diputado nacional Emiliano Estrada publicó un comunicado en el que asegura ser víctima de una persecución ordenada por el gobernador Gustavo Sáenz.
El texto primero apareció en el diario El Tribuno, ya que el legislador, según él mismo relató, no tenía acceso a sus redes. En el transcurso de esta mañana, el texto fue publicado en sus cuentas digitales.
A continuación, el comunicado completo:
A todos los salteños:
Con su voto, los salteños me dotaron de la inmunidad de opinión que protege la Constitución Nacional para que diga todo lo que crea necesario en defensa de Salta. Hoy quiero hablarles como un ciudadano más, como alguien que siente la injusticia en carne propia. Durante los últimos días, estoy siendo objeto de una persecución política, judicial y mediática, orquestada y dirigida por el Gobernador Gustavo Sáenz y sostenida con los recursos que pertenecen a todos nosotros, los salteños.
Esto no es solo un ataque contra mí; es un ataque para ocultar lo que todos vemos que ocurre en la calle día a día, un ataque contra el derecho de cada uno de nosotros a decir lo que pensamos y defender lo que creemos.
Hoy me veo obligado a comunicarme por este medio, ya que sigo sin acceso a mis redes sociales. La persona que las gestionaba no ha entregado las contraseñas desde que comenzó esta persecución, dificultando aún más mi labor.
Desde 2022, he sido objeto de una persecución sin precedentes en nuestra provincia contra un opositor político. A las campañas de desprestigio en redes sociales le siguieron denuncias falsas que me llevaron a tribunales en Comodoro Py, donde fui rápidamente sobreseído por la falta de fundamentos. Pero no se detuvieron ahí. Fueron por mi entorno: intimidaron a mis amigos, presionaron a mis clientes y hasta involucraron a mi familia. Y cuando creí que no podían caer más bajo, atacaron a quien más amo, mi esposa. Lo hicieron mientras cursa el sexto mes de embarazo, mostrando que para ellos no hay límites, ni siquiera el respeto por la vida.
Como saben que no puedo ser silenciado, decidieron ir más lejos. Fabricaron una causa judicial que cualquier abogado calificaría como vergonzosa. El Ministerio Público Fiscal mencionó conceptos como «narcoestado» y una serie de hechos que yo mismo denuncié en la Cámara de Diputados de la Nación. Es decir, estoy siendo perseguido judicialmente por expresar mis opiniones como legislador. Ni siquiera en los regímenes más autoritarios hemos visto algo así. Hasta el Presidente de Corea del Norte se pondría colorado con el accionar de la justicia salteña.
Desde ya que soy consciente que estas cuestiones judiciales están lejos del interés de los ciudadanos. Bien lo debería saber Sáenz que siendo allanado y noticia nacional por la emisión de facturas truchas desde su gestión municipal, al año siguiente fue Gobernador, mandando la causa al cajón de los recuerdos.
Ahora les pregunto a ustedes, los salteños: ¿Realmente creen que fui yo quien inventó los videos de Palavecino negociando tráfico de influencias con Darío Monges (asesinado luego por sicarios)? ¿Creen que los vínculos entre el entonces Secretario de Seguridad de Sáenz y bandas delictivas son obra de mi imaginación? ¿Creen que los patrulleros de la Policía de Sáenz encontrados con drogas fueron una operación mía?
No hemos visto al Poder Judicial actuar de oficio en estos casos. Fue la calle y sus sospechas los que les obligó a fingir hacer algo.
A la Fiscal de ciberdelitos, Sofía Cornejo, le pregunto: ¿cuántos ahorros de salteños estafados por plataformas logró recuperar desde que se creó su fiscalía? ¿Cuántas causas vinculadas a Sáenz ha impulsado?
En cuanto a los dichos de los trabajadores forzados a declarar en esta causa, no haré comentario. Sé que algunos fueron presionados por el intendente de Cerrillos, Enrique Borelli, quien transmitió un mensaje del Gobernador: si no declaraban algo en mi contra, los meterían presos. Jóvenes militantes que trabajan, madres con familias a cargo, mucho no pueden hacer más que asustarse. Esto muestra cómo Sáenz maneja la provincia, decidiendo quién va preso según sus intereses.
Lo que se está discutiendo aquí es si en Salta queda algún espacio para disentir. ¿Podemos los salteños expresar algo que disguste al «Emperador» sin temer represalias judiciales?
Esto es sólo el preludio de la próxima batalla: la búsqueda de un tercer mandato que la Constitución provincial prohíbe, pero que algún sector prebendario del poder judicial seguramente habilitará. Para ello, Sáenz necesita silenciar a quienes no se callan, porque no puede permitirse un Estrada que diga lo que nadie más se atreve.
A los salteños les digo: yo voy a seguir hablando por quienes no pueden hacerlo. Si a un Diputado Nacional lo persiguen de esta manera, ¿qué puede esperar un periodista, un docente, un jubilado o una madre? Pero tengan la certeza de que cada sesión de este 2025 me encontrarán denunciando ante todos los argentinos lo que ocurre en nuestra Salta.
Con mucho cariño,
Emiliano Estrada.
Diputado de la Nación.