Recientes informes señala que el consumo se desplomó en el primer semestre de 2024, en tanto cada vez son más las familias que ya no tienen dónde apretar el cinturón y la situación no parece que vaya a mejorar.
El consumo en Argentina registró una caída del 18% durante el primer semestre del año, según datos proporcionados por Nielsen IQ. En el bimestre mayo-junio, la baja interanual se situó en el 15,5%, lo que sugiere una desaceleración en la tendencia negativa, aunque aún se mantiene en niveles de dos dígitos.
En términos de facturación, se observó un incremento del 238,8% en el último bimestre analizado. Sin embargo, esta cifra quedó por debajo de la inflación interanual de junio, que alcanzó el 271,5%. El precio promedio ponderado, por su parte, aumentó un 307,3%, superando el índice inflacionario.
El sector de bebidas fue el más afectado, con una contracción del 17% en el bimestre mayo-junio. Las bebidas alcohólicas experimentaron una caída del 29,3%, mientras que las no alcohólicas registraron un descenso del 12,3%. En el acumulado semestral, este segmento mostró una baja del 22% interanual.
Los alimentos no se quedaron atrás, con una disminución del 13,7% en el consumo. Los alimentos no básicos cayeron un 15,3%, las golosinas un 14,3% y los alimentos básicos un 13%. En cuanto a los productos de cuidado personal y limpieza, la baja fue del 16,2%, siendo más pronunciada en los artículos de limpieza del hogar y ropa (-16,5%).
Esta tendencia a la baja en el consumo se ve respaldada por un estudio de la consultora Taquión, que revela que el 60% de los argentinos han reducido sus gastos en comparación con el año anterior. El 36% de los encuestados reportó una reducción significativa, mientras que el 24% indicó una disminución ligera. Solo un 17% de los participantes manifestó haber aumentado su consumo, lo que subraya la magnitud del ajuste económico que están realizando desde el gobierno de Javier Milei y su impacto en los hogares argentinos que ya no saben cómo enfrentar la crisis actual.