El Ejecutivo se niega a entregar enormes cantidades de comida a comedores mientras aumenta la pobreza. Las organizaciones sociales denuncian la situación.
El Gobierno nacional mantiene retenidas más de 6.000 toneladas de alimentos en depósitos, en medio de un tenso clima con las organizaciones sociales que reclaman su distribución para paliar el hambre y la indigencia creciente. Según informó el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, parte importante de esos alimentos son 339.867 kilos de leche en polvo que vencen en julio próximo.
El gobernador bonaerense Axel Kicillof cuestionó duramente la decisión oficial. «El mismo Gobierno nacional que tiene toneladas de alimentos sin distribuir, desertó de sus obligaciones e interrumpió la construcción de los Centros de Desarrollo Infantil», fustigó. Paralelamente, la Cámara Federal citó a una audiencia a representantes del Ministerio para que expliquen los motivos de la retención.
El referente social Juan Grabois denunció que, además de las 5.000 toneladas ya conocidas, hay casi 350.000 kilos más de leche en polvo próximos a vencer. «En total son 924.970 kilos de leche. ¡Repartan la comida, sinvergüenzas!», reclamó con dureza. Grabois acusó a la cartera de desabastecer «el 90% de la red de ayuda social» contra la pobreza.
Desde el Gobierno, en tanto, se justificó remarcando que los stocks se preservan «de forma preventiva para emergencias o catástrofes». Pese a los reclamos, el vocero presidencial adelantó que apelarán las órdenes judiciales de distribución porque «la justicia no se puede entrometer en la política pública».