La Mesa Agroalimentaria Argentina realiza un nuevo «Alimentazo» este jueves para visibilizar el impacto de la caída del consumo interno. Denuncian que los pequeños y medianos productores no pueden vender su cosecha mientras crece el hambre en los barrios.
La Mesa Agroalimentaria Argentina (MAA) llevó adelante este jueves un nuevo «Alimentazo» en Plaza de Mayo con la entrega de 20 mil kilos de alimentos frescos producidos por cooperativas, chacras y comunidades campesinas. La distribución incluyó frutas, verduras, yerba, leche en polvo y otros productos del trabajo rural.
«Mientras en los barrios crece el hambre, miles de productores no pueden vender su cosecha porque el consumo interno se desplomó y los precios que recibimos no cubren los costos», advirtieron desde la Mesa, integrada por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT), el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) Somos Tierra, Bases Federadas, Fecofe y FONAF.
El sector rural de pequeños y medianos productores enfrenta una situación crítica desde el inicio del gobierno de Javier Milei. La megadevaluación de diciembre de 2023 duplicó el valor del dólar durante la preparación de la campaña de siembra, lo que dejó a cientos de chacareros endeudados en divisas. El consumo interno de alimentos frescos cayó más de 30%, la carne vacuna alcanzó su nivel más bajo en un siglo y la venta de frutas y verduras bajó entre 30 y 40% en los mercados mayoristas. Los costos de producción aumentaron por la inflación, el dólar y la eliminación de subsidios energéticos.
Los medianos productores de granos atraviesan una crisis marcada por la caída del consumo, el encarecimiento del flete y la falta de crédito. «No hay espalda económica. Lo que se perdió en esta cosecha no se recupera», señalaron integrantes de la Mesa. Las organizaciones denunciaron que «la inflación y la dolarización de los insumos afectan a toda la cadena, pero los precios de los pequeños y medianos productores son los únicos que no suben».
El gobierno nacional redujo los fondos del INTA y eliminó programas de apoyo a la agricultura familiar, mientras otorgó beneficios extraordinarios a grandes exportadoras de granos, en su mayoría multinacionales, que accedieron a tipos de cambio preferenciales y quitas impositivas. «Se fomenta un modelo extractivista que prioriza la renta exportadora y el negocio financiero por encima del derecho a la alimentación. Es un país donde se exporta riqueza y se reparte hambre», resumieron según informó la Mesa Agroalimentaria.
Las cooperativas y organizaciones del agro presentan el Alimentazo como una propuesta concreta que visibiliza una alternativa al agronegocio concentrado. «Nosotros producimos lo que el pueblo necesita. Lo hacemos con nuestras manos, sin venenos y sin especulación. Pero para seguir de pie necesitamos políticas públicas que acompañen, no gobiernos que nos empujen a desaparecer», expresaron desde la MAA.


