El ex dueño de La Veloz del Norte compareció ante el juez a través de Skype. La semana pasada tuvieron la misma actitud los otros imputados en la causa por secuestros y torturas a 16 trabajadores de la empresa en el año 1977.
Levín compareció de manera remota a su indagatoria ayer ante el juez federal de Salta Julio Bavio. Oyó los hechos que se le imputan y se abstuvo de decir palabra. La semana pasada hicieron lo mismo los ex policías Enrique Cardozo y Víctor Almirón, quienes junto al ex efectivo Víctor Bocos integraron la patota que actuó como mano de obra del terrorismo de Estado en estos casos. Este último debía ser el primero en declarar, pero su defensa presentó un certificado que indicaba que tiene problemas psiquiátricos.
“Hoy debe presentarse el último imputado de la lista: Antonio Grueso, quien al momento de los hechos era jefe de Personal de La Veloz. Será la primera vez que se lo someta a una indagatoria en el marco de una causa por crímenes de Estado”, informó la sección local del diario Página 12 para luego precisar que salvo Grueso, todos fueron condenados en 2016 por violaciones a los derechos humanos de Víctor Cobos, chofer de La Veloz y delegado gremial de la UTA. “La patota de ex policías lo secuestró el 22 de enero de 1977, lo detuvo ilegalmente en una comisaría de Salta y lo torturó para que “cantara” a sus compañeros (…) luego de “blanquearlo”, lo acusaron de defraudación y fue despedido. Finalmente resultó sobreseído.
Los hechos sufridos por él y el resto de los empleados de la empresa de transporte están concatenados. Sin embargo, en su momento Bavio decidió que solo el caso de Cobos continuaría por la vía federal. La decisión del máximo tribunal llegó a mediados de 2018, cuando instó al juez federal salteño a avanzar en la pericia para determinar las responsabilidades por los secuestros y las torturas de aquella veintena de trabajadores de la empresa que manejó durante 50 años Levín. Para entonces, 16 seguían en condiciones de continuar las acusaciones.