La mayoría de los gobernadores electos a lo largo del año ya están en funciones, incluido el salteño Gustavo Sáenz. Todos comparten problemas similares, aunque las capacidades para resolverlos son distintas.
Todos los gobernadores electos coinciden en algo: las provincias enfrentan una crisis considerable y están lejos del diagnóstico de superávit que mostró Macri en su cadena nacional de despedida. Hay provincias con una matriz productiva diversificada que son capaces de encarar las problemáticas con musculaturas superiores a otras como Salta, pero no es menos cierto que esas problemáticas son similares. Así lo explicó al portal Infobae el ministro de Hacienda cordobés, Osvaldo Giordano.
“En todas las provincias se da un fenómeno parecido, con diferencias obvias pero con la misma tendencia, que está marcada por la caída en la actividad económica y la suba de la inflación, y el principal indicador que refleja este contexto adverso es la caída en los ingresos. La recaudación lleva más de un año y medio creciendo por debajo de la inflación y eso hizo que se comprimieran las finanzas públicas, disminuye la capacidad de ahorro y la flexibilidad que teníamos para abordar un plan de obras públicas que en Córdoba era muy ambicioso. En nuestra provincia significó que perdimos el equivalente a un mes de recursos propios, pero en otras la situación es más compleja porque está en serio riesgo la operatividad normal de la administración”, sentenció.
A la hora de explicar los caminos recomendables para salir de semejante situación, el especialista aseguró que es imperioso innovar en la gestión para poder hacer más con los mismos recursos al tiempo que enfatizó que tomar deuda dejó de ser una opción. “Hoy el mercado de deuda está prácticamente cerrado o el acceso es prohibitivo porque tienen tasas que nadie está dispuesto a pagar”. En ese marco, el ministro de finanzas cordobés puso en duda la posibilidad de mantener la baja de impuestos acordada por los gobernadores y Macri en el año 2017 a través del Consenso Fiscal.
“El Consenso Fiscal fue un planteo dentro de una agenda grande que implicaba avanzar en una mejor organización del Estado. Uno de los componentes era que íbamos a aprovechar el crecimiento de la economía para bajar la presión impositiva. Ese supuesto no se cumplió, la economía está estancada con alta inflación y eso hace más difícil el cumplimiento de esa rebaja. Es un tema a rediscutir en el marco de cuál será la estrategia del gobierno nacional, en términos de cómo se imagina la salida de la crisis y cuál es su estrategia de política tributaria, y en ese plano habrá que rediscutir el Consenso Fiscal”.